Los huevos Benedictine son perfectos para un desayuno tardío de domingo (sobre todo si amaneces con resaca) o para el día de reyes, que ya lo hemos convertido en tradición, aunque los que he preparado aquí no son exactamente iguales que los típicos de NY, de donde son originales.
En vez de pochar los huevos, para conseguir un punto perfecto de cocción los hice a 63ºC, quedan con la clara cuajada pero sin que lleguen a gelatinizar y con una yema ligeramente espesa pero todavía líquida; tarda bastante más que una cocción tradicional, entre 45 minutos y una hora dependiendo del tamaño de los huevos, pero sin duda merece la pena. Claro que también puedes pochar los huevos, también salen buenos y es el método clásico. Si quieres darle un aspecto más interesante, puedes envolverlo en papel film como en la receta de los huevos gellé con tallarines de caldo.
Se suelen tomar con jamón o salmón pero yo los he sustituido por dos tipos de bacon:
- A mí me encanta el bacon muy muy crujiente, que es como siempre acompaño estos huevos, fundiendo toda la grasa y deshidrantando y dorando la carne a fuego muy muy lento.
- También he añadido una panceta totalmente increíble que ha estado en una salmuera durante un par de días y luego se ha cocido a 60ºC durante 36 horas para conseguir tocino increíblemente tierno y sin que la carne prácticamente se contraiga. Aunque el resultado no es exactamente igual, puedes hacerlo con una cocción tradicional. La receta la he cogido de The Big Fat Duck Book de Heston Blumenthal.
El huevo va cubierto un poco de salsa holandesa, una de mis salsas favoritas, increíblemente sabrosa y buenísima… ácida, grasa y ligeramente picante. Para darle el toque picante he usado toragashi, una mezcla de 7 especias japonesas. Te recomiendo utilizar lima para la salsa, que le aporta un aroma mucho más interesante que la simple acidez que da el limón. Y en vez de utilizar sólo mantequilla he añadido un poco de la grasa del bacon crujiente que le da un puntito ahumado buenísimo. En definitiva, ¡¡un auténtico regalo para las arterias!!
Los muffin ingleses, el pan con el que se acompaña el plato, también los hemos hecho en casa. Podéis ver la preparación en el siguiente post.
El plato suele ir acompañado de patatas fritas, pero yo he preferido darle un toque más ligero con una ensalada de brotes y una vinagreta a base de miso, mermelada de jengibre y mostaza.
Bueno, después del rollo vamos con la receta: [Seguir leyendo…]