Los torreznos están entre mis aperitivos favoritos, sobre todo cuando tienes una cervecita entre manos. Pero me da mucha rabia ver que, como no se consideran algo especial, en muchos sitios no les dan suficiente importancia, los preparan para salir del paso y, claro, no hay quien se los coma. A mi gusto, el torrezno no puede tener grasa mediofundida en el centro, tiene que haberla liberado durante su larga cocción. Y lo que bajo ningún concepto puede tener es pelos, que dan un asco que te mueres.
Hacerlos bien lleva mucho tiempo, pero no mucho trabajo y merece la pena: [Seguir leyendo…]