Esta es la preparación definitiva del pollo macerado en miso (o de cualquier otro producto enriquecido con esta pasta de soja fermentada, también va genial con cualquier pescado blanco). Lo más increíble es que añade al pollo un sabor cárnico buenísimo sin que se reconozca claramente el miso, parece como si sólo realzara sus sabores, añadiendo unas notas dulces y saladas increíbles.
En truqui no es nada nuevo, es un clásico de la cocina nipona. Consiste en poner una hoja de papel absorbente entre el pollo y la mezcla; de esta forma intercambian todos sus sabores, llegan a conocerse muy muy a fondo, pero sin mezclarse. Como decimos aquí, juntos pero no revueltos. Vamos con la receta que creo que se va a entender mucho mejor: [Seguir leyendo…]