Este es el aromático de moda en casa. Aunque lo llevo comprando con asiduidad durante al menos tres años, es ahora cuando más lo estoy aprecieando.
La parte blanca (a la derecha en la foto inferior) es la que da un sabor más a cebolla y una textura más crujiente. Y queda mejor cortada en aritos. La parte verdes es la más aromática, más fresca y hay que añadirla en el último momento para que no pierda sus aromas. Para mí la forma más atractiva de prepararla es cortada en juliana, pero en aritos transversales de forma que quede lo más alargado posible. Ah, se me olvidaba, si lo tomas salteado, lo mejor es cortar el tallo verde en trozos más grandes, de unos 4 centímetros de largo.
Aunque no es tan elegante, tiene, con diferencia, un sabor mucho más interesante que el cebollino. Y es muy versátil, queda genial tanto cruda como salteado.