Nadie habla de este restaurante en Madrid, pero a mí me sigue pareciendo uno de los pocos vietnamitas que merece la pena de la ciudad. Puede que esté un poco pasado de moda, el edificio en el que se encuentra tampoco ayuda demasiado. Está situado en los bajos de un edificio de oficinas en María de Molina 4, esquina con Castellana, pero una vez que entras te transporta a otro sitio totalmente distinto:todo te recuerda a los restaurantes de lujo de Vietnam, decorado con muy buen gusto y muy, muy agradable. Sólo falta entrar y encontrarte el aire acondicionado a todo meter y un frío espantoso y seco cuando llegas de un calor húmedo y sofocante para imaginarte que estás en Vietnam. [Seguir leyendo…]