Este pinchito es un juego de equilibrio entre, por un lado, lo graso del tocino y por otro, el contraste ácido y ligeramente amargo de los cítricos y las sensaciones que aporta el sansho, que balancean los sabores y resulta buenísimo. El sansho (o en su ausencia, la pimienta de Sechuán) le va que ni pintado por sus aroma fresco y su efecto “adormecedor” del paladar, que queda genial en este pica-pica.
El tocino lo cocí a baja temperatura (no queda igual, pero también puedes cocerlo de forma tradicional), va cortado en daditos y salteado a fuego fuerte para darle una textura más crujiente y potenciar sus sabores.
Para el alvedo de cítricos utilicé [Seguir leyendo…]