Este es un desayuno genial para un domingo porque es increíblemente sencillo, dejándote tiempo para otros menesteres: cueces los huevos, limpias los erizos, aliñas y a zampar con un poco de pan. Somos gente de gustos básicos… 😉
Los erizos tienen un sabor marino increíblemente intenso. Para mí, la mejor forma de tomarlos es recién cogidos del mar, abrirlos y limpiarlos en el agua y tomarlos con unas gotas de limón y en cucharita. Aquí estamos lejos del mar y si las limpias en agua fresca pierden sal y parte del sabor… pero peor sería no tenerlas, ¿no?. La próxima vez probaré a limpiarlas en agua salada. ¿Alguien tiene otro método mejor para limpiarlas?. ¡¡Contad, contad!!.
Los cristales de sal ahumada al roble de Halen Mon los usé antes de tener el blog, hasta que lo olvidé en casa de un amigo un día que preparé una cena. Ahora los he vuelto a comprar y estoy encantado. Los uso sobre todo para pescados y a veces, con verduras, pero creo que no queda bien con carnes, no tengo muy claro por qué. Aporta un sabor intenso, que hace necesario combinar con otra sal neutra (o salsa de soja). La verdad es que es carísima, pero creo que merece la pena pagar su precio, yo no he encontrado otro sabor ahumado tan interesante en otros productos. La compré en Mallorca, también puedes encontrarla en el Club Del Gourmet por unos 7 Euros.