La idea de este plato surgió a partir de una ensalada parecida que tomé en Tailandia este verano. Me encantó su sabor, pero como no tienen costumbre de darles puntos de cocción tan bajos como nosotros a las carnes, para nuestro gusto resultaba dura y recocida. También el plato ha cambiado bastante en su aspecto, por lo demás es casi igual.
El pomelo asiático sabe como si diluyeras el sabor de uno de nuestros pomelos en cinco. Y esto es una ventaja para platos salados porque consigues el sabor ligeramente amargo del pomelo sin que interfiera con resto de sabores. También hay dos versiones, los rosados y los amarillos, y lo que menos me gusta es que es bastante más seco que nuestros pomelos.
En la primera foto hay un pomelo al lado de una naranja para que comparéis el tamaño. En la otra foto el pomelo aparece abierto para que veáis la cantidad tan grande de alvedo que contiene: