Hiroshima mon amour

Los japoneses también tienen su «tortilla » y estoy segura que los que pueden preparar una bonita tortilla tradicional española no tendrán ningún problema con esta versión oriental…

Había probado algunos okonomiyakis en Londres y en París e incluso hice algunas pruebas en casa con un poco de harina especial para okonomiyaki, pero siempre quise probar uno en un restaurante en Japón. Cuando finalmente llegamos a Hiroshima, no hace falta decir que mi interés en probar un okonomiyaki era mucho más alto que mis ganas de visitar el Peace Memorial museo 😉 … Pues sí, ¡a veces soy nada más que un estomago con piernas….!

 

Después de leer estas líneas, algunos de vosotros os preguntaréis «pero bueno, ¿qué es esta cosa O-ko-no…. blabla???”. Vamos a empezar con el nombre: お好み焼き…eso no os sirve tampoco, vale. Básicamente okonomiyaki significa » lo que te guste, a la parrilla”.
Yaki = cocido a la parrilla
Okonomi = » lo que tú quieras»

Así que, por supuesto, eso significa que no hay «una» manera de preparar un Okonomiyaki, el cliente va eligiendo los ingredientes que quiere para su tortillita.
Hay dos tipos de Okonomiyaki. El de Kansai u Osaka, en la que los ingredientes están mezclados en una masa y luego cocidos a la parrilla. El de Hiroshima, lleva una pequeña crêpe – tipo panqueque – hecho a la parrilla y luego se añaden los otros ingredientes en la parte superior. El estilo Hiroshima utiliza mucho más col que el estilo de Osaka y también puede incluir fideos salteados.

Sugerencias de ingredientes, para 2 okonomiyakis:

  • 100g de Harina para Okonomiyaki
  • 120 ml de agua
  • 3 huevos
  • 150 g de col
  • 60 g de brotes de soja
  • 6 lonchas de bacón
  • 2 porciones de Fideos de huevo
  • Salsa para Okonomiyaki
  • Mayonesa
  • Cebolleta o cebollino
  • Una pizca de Aonori (algas en polvo)
  • Un puñado Katsuobushi (Bonito seco)
  • 1 cucharadita de jengibre encurtido picado

Preparación:

Empieza por cortar la cebolla y la col lo más fino posible.

Coge un bol y mezcla la harina para okonomiyaki con el agua y 1 huevo hasta obtener una masa suave y sin grumos.
Coge una sartén echa un poco de aceite vegetal y caliéntala a fuego medio.

Añade un poco menos de la mitad de la pasta a la sartén. Recuérdate que no deberías hacer el círculo demasiado ancho pues que será difícil de mantener su forma.

Añade la col y luego los brotes de soja en la parte superior de la masa y cubre con 3 lonchas de bacón.

Deja el okonomiyaki cocer durante unos 7 a 10 minutos antes de darle la vuelta con una espátula para cocinar por el otro lado.
Mientras que el otro lado del okonomiyaki esta cocinándose durante 7 a 10 minutos, coge otra sartén y cocina 1 porción de fideos según las instrucciones del paquete. Quita los fideos de la sartén y límpiala un poquitín con papel de cocina.

Rompe un huevo en un bol y échalo en la sartén que has usado para los fideos. Coloca los fideos encima del huevo y el okonomiyaki (de la otra sartén) sobre los fideos.  Deja cocer durante 1 a 2 minutos.

Una vez hecho esto decora con salsa para okonomiyaki y mayonesa. Añade por fin lo que te da las ganas: cebolleta, algas Aonori, katsuobushi, jengibre encurtido, etc.

Repite todo el proceso de nuevo para el segundo okonomiyaki ¡y ya está!

Comentarios:

Por supuesto si no tienes todos los ingredientes sugeridos, no te preocupes, piensa que es como una pizza y se puede substituir un ingrediente para otro.

La harina para okonomiyaki puede ser difícil de encontrar y se puede usar harina y dashi en polvo

Además, no te preocupes por medir las cantidades de manera muy precisa, ¡la receta es muy flexible!
Es común añadir verduras, o usar ingredientes de temporada, mariscos (pulpo, calamar, etc.)

¡Diviértete!

Houba miso y la llegada del otoño…

Hace siglos que ya quería contaros algo más sobre el viaje a Japón. Por supuesto no me voy a hablar de sushi aunque son extraordinarios allí… incluso los que se pueden encontrar en un supermercado… Quiero revelaros algo más original, una especialidad de un pueblo pequeño de los Alpes japonés: Takayama, un pueblo pintoresco. Cuando el tiempo refresca, se puede tomar un cafelito o un té verde matcha en un café que parece fuera del tiempo…


Situado en la región de Hida, famosa por su ternera exquisita, cada mañana se puede pasear por un mercado de agricultores a lo largo del río Miya y frente al templo de Takayama. Agricultores y artesanos locales venden de todo, desde las verduras y frutas hasta encurtidos y misos caseros.

Miso casero grueso

En otoño se hace un espectacular plato llamado Houba-miso o Houba-yaki (houba = hoja de magnolia + yaki = a la parilla). Si encuentras hojas de magnolia y quieres intentarlo no sería nada complicado. Coge la hoja de magnolia y cúbrela con miso (grueso si posible). Luego se puede añadir encima varios ingredientes como trocitos de tofu y de calabaza, setas shitake, cebolleta, katsuobushi, etc. Según lo que tengas o lo que te apetezcas.


Queda solamente colocar la hoja sobre una rejilla en la parte superior de una parrilla de carbón. Si lo haces bien, la hoja no se quema y el miso comienza a hervir y asar y caramelizar…los ingredientes cuecen cogiendo el sabor del miso infusionado con el sabor ahumado y tostado de la hoja… ¡Adiós verano, viva el otoño!!

¡Cuchillos santoku!, pero ¿por qué un santoku?

  1. Aunque sea el motivo más superficial (y nunca mejor dicho), por razones estéticas, me encantan su forma, tan delicada, con ese punto ligeramente exótico que tiene.
  2. Su versatilidad:  es el cuchillo multiusos japonés, equivalente a un cebollero, solo que es un poco más pequeño y con un filo con una curvatura menor.
  3. Facilidad de uso:  como es increíblemente fino, prácticamente no pesa y es muy cómodo de usar.
Grosor impresionantemente fino, fíjate en el filo, parece quirúrjico
  1. Su menor curvatura todavía permite el movimiento de «cuna» necesario para picar, trocear y laminar «a la occidental», pero tiene un menor recorrido que el de un cuchillo de chef – inconveniente  menor – porque uno pronto se acostumbra a la diferencia. Pero si quieres un cuchillo tan fino y delicado como uno japonés y quieres tener las ventajas de una curvatura europea, tu cuchillo es un Gyutou.
  2. La hoja: Para compensar su menor grosor y evitar que el filo se deteriore,  suelen estar hechos de un acero más duro (foto superior). Los mejores se hacen con aceros laminados que, al prensarlos entre sí mientras se moldea el instrumento, producen dibujos delicadísimos. Las tradicionales se hacen con aceros mucho más duros que el acero oxidable, por lo que necesitan un mayor cuidado – básicamente mantenerlo seco en la medida de lo posible y darles una pequeña capa de aceite si no se van a usar durante un tiempo.
  3. El filo: mientras que el filo de un cuchillo occidental tiene un grado de 22-23º, este cuchillo tiene la mitad, entre 12 y 15º, lo que hace que corte casi como un bisturí (ver foto anterior).
Y con esta pequeña obsesión, ya tengo una pequeña colección.

La primera vez que fui a Japón no me pude resistir y una de las pocas cosas que me traje fue este santoku que compré en Kamata, una de mis tiendas de cuchillos favorita de Tokio en Kappabashi, una calle repleta de tiendas con todo lo que un restaurante pueda (o sueñe) con tener.

Se pueden observar las aguas que forman las distintas capas de acero

Este año pasado volví a Japón y me hice con mi segundo santoku, con un diseño mucho más clásico y que compré en Aritsurgu, una tienda del mercado de Kioto (también venden una selección de sus cuchillos en los grandes almacenes Takashimaya de Tokio, en Nihonbashi), que descubrí en mi primer viaje y me fascinó. Ni tienen web, ni quieren tenerla, así son de  tradicionales. Tanto que la compañía lleva activa 400 años – es uno de los fabricantes más antiguos que todavía existen en Japón que empezó fabricando katanas para samurais. Tienen fama de hacer uno de los mejores cuchillos japoneses que se puedan comprar y a unos precios que no son desorbitados.

 

Al igual que este, todas las empuñaduras se hacen con madera japonesa y, en el encuentro entre madera y acero, termina con una pieza de cuerno de búfalo. El cuchillo de la foto tiene una parte central hecha de acero muy duro y resistente, pero es oxidable. Para protegerlo y que sea de fácil mantenimiento, lleva un recubrimiento exterior en acero inoxidable. Así sólo hay que cuidar el filo y asegurarse de que se mantenga seco.

 

Y el tercero de mi colección llegó hace poco, un cuchillo de Shun Premier de Kai pequeñito, tan pequeño que la hoja sólo mide 14 cm. Probablemente sea el más elegante de todos. Brillante, precioso, con el dibujo que forman las láminas de acero al forjarse y con el precioso martilleado en la parte superior, que le da esa forma tan clásica de la estética japonesa. Y de fácil mantenimiento.

Mentaiko… ¡Gracias Corea!

Me EN-CAN-TA comer mentaiko ¡y de cualquiera manera! Mentaiko onigiri ( bolitas de arroz rellenas de mentaiko), mentaiko con mahonesa, mentaiko crackers, mentaiko sobre un bol de arroz, y por supuesto el famoso mentaiko con… pasta. Sí, es una invención japonesa, pero el origen de este plato es… coreano.

El mentaiko son huevas de bacalao marinadas y el que usé es Karashi Mentaiko 辛子明太子 (picante). Toshio Kawahara, un japonés que nació en Corea, en los años 50 adaptó estas huevas al gusto de los japoneses.

 

Durante el viaje a Japón, vimos paquetes de mentaiko en todo el aeropuerto de Fukuoka (la mayor ciudad de Kyushu, la  isla más al sur entre las  principales islas de Japón). Una tentación tan grande que una horita antes de coger el avión compramos un paquete de huevas congeladas. ¿Y la receta? ¡Facilísima, tardé menos en hacerla que en escribirla! Además es un ejemplo muy bueno de un plato donde se combina el Mentaiko japonés, el aceite de oliva español y la mantequilla francesa…

                              

Ingredientes (para 4-6 pax)

  • 500 gr de espaghettinis buenos
  • 120 gr de mentaiko (o sustituye por huevas de maruca rallada y un poquitín de guindilla tailandesa)
  • 2 cucharadas de cebollino muy picado
  • 1 cucharada de sake (o si no tienes, sustituye por vino blanco seco ligero)
  • 1 cucharadita de salsa de soja japonesa
  • 15 gr de buena mantequilla
  • 3 cucharaditas de AOVE
  • Sal gorda (para cocer la pasta)
  • Escamas de sal y pimienta negra (para servir)
  • Opcional: 100 gr de nata para montar y 2 dientes de ajo picado (paso 3)

 

Preparación ¡nada complicada!

  1. Cuece la pasta al dente según las indicaciones del paquete.
  2. Mientras, prepara la salsa: quita la piel que recubre las huevas con la punta de un cuchillo. Rasca y echa en un cuenco. Añade el sake, la salsa de soja, la mantequilla en trocitos y el AOVE.
  3. En una sartén, calienta un poco de aceite de oliva y dora el ajo. Echa la nata, la pasta y saltea un minuto a fuego fuerte.
  4. Pon la pasta en el cuenco de la salsa y mezclar bien. Añade sal, pimienta y cebollino. Sirve inmediatamente. ¡Bon appétit!

Buscando las maravillas japonesas…

¡Ya vuelven los  Umami Madrid! Les bloggeurs sont de retour! 😉

Japón y Corea. ¡Tantas cosas que decir! Empiezo con el país del sol naciente. La comida ha sido buena, si-em-pre. Sea el sitio que sea, un restaurante de una cadena, un supermercado, una panadería, y por supuesto un restaurante famoso, nunca nos ha decepcionado. Sabores, texturas, presentación… ¡Todo fantástico! Os dejo un par de fotos porque soy un poco mala y quiero daros envidia 😉

setas shitake rellena de gamba crujiente, ¡impresionante!

Poco a poco iremos escribiendo sobre lo que hemos probado. Por ejemplo los platitos con textura «glutinosa»…

 

Pulpito crudo con wasabi

Soja fermentada (natto)

 

Hablaremos de las especialidades locales, como el Okonomiyaki y las ostras de Hiroshima a la barbacoa

Por supuesto para describir la noche gastronómica de Japón es imprescindible enseñaros los pubs Japoneses, las izakayas, lugares animados, cada vez distintos y maravillosos

 

Termino hoy con el postre, algo dulce, marshmallows (nuves) calientes a la plancha, fundente y ¡tan delicioso que podría comer muchos más de los que debería!

 

Saludos y hasta muy pronto. Os contaremos lo que hay escondido detrás de las cortinitas y puertas correderas japonesas…!

 

¡Nos vamos de vacaciones del blog!

¡Buenas!

Como os habréis dado cuenta los que nos visitáis a menudo, llevamos casi un mes publicando bastante menos de lo habitual. Hemos estado muy ocupados con otros menesteres. Y ahora nos toca tomarnos unas buenas vacaciones del blog de casi un mes de duración.

A la vuelta llegarán muchos posts muy MUY interesantes, que matarán a más de uno de envidia, y con una temática que seguro, SEGURO os va a encantar.

Y también empezaremos la temporada de las cenas secretas con platos nuevos – no puedo desvelar más.

¡¡¡¡Hasta pronto amigos!!!