Nos fuimos en tren a Sapporo a pasar el día. La ciudad no tiene gran cosa, al parecer es la quinta ciudad más grande de Japón y lo parece porque estaba llena edificios altos (que, comparados con Tokio, no llegan a ser rascacielos) y tiendas de alta costura. Incluso tienen una mini torre Eiffel en pequeño a la que llaman TV Tower.
Al bajar del tren, en la estación de la ciudad, entramos directamente en un gran supermercado con food-courts y nos volvimos a poner las botas. Recuerdo tomar una deliciosa anguila guisada en soja dulce, unos dim sum a la plancha y unos pinchos de pollo en salsa de soja dulce. Sólo tengo fotos de la anguila (por cierto, carísima, unos 15€):
Resultaba impresionante ver cómo cuidan la higiene estos japoneses y si no, mirad a este hombre preparando mochi (dulces de pasta de arroz rellenos de alubia roja):
Y otro ejemplo de pulcritud y minuciosidad japonesa, sushi envuelto de paquetitos individuales.
La carne era impresionante, con un entreverado increíble y un precio que daba miedo (nada menos que unos 30€ por cada 100 gramos):
Salimos del super-mercado y paseando por la ciudad nos encontramos con un pescado abierto y colgado. Al contrario de lo que pensamos, en Japón el pescado no se toma lo más fresco posible, igual que nosotros hacemos con la carne, dejan el pescado madurar durante un día.
Para comer nos fuimos a la calle donde hacen uno de los ramen (fideos de trigo y huevo de origen chino) más famosos de Sapporo y también de Japón.
Ahí encontramos un pequeño local donde no cabían más de 8 personas en la barra. Sólo servía ramen con los mismos ingredientes salvo el «aderezo» de la sopa, tenías la opción de sustituir el miso por salsa de soja o sal. Os dejo una foto (borrosa) de las escasas opciones del menú:
Y nos tomamos unos ramen en caldo de cerdo y miso, con cerdo, puerro, un encurtido de verdura, un alga parecida a la nori, solo que más oscura y crujiente, brotes de soja, puerro y zanahoria. El sabor era increíble y me encantó la textura de la pasta y su intenso sabor a huevo. Os dejo otra foto donde se ve el increíble color de la pasta que os ayudará a imaginar cómo sabía:
Este es el plato terminado y servido:
¿Sabéis que en Asia se toman siempre estas sopas con pasta sorbiendo sonoramente y que hacerlo es de buena educación ? a mí me costaba mucho hacerlo, la verdad es que me daba verguenza y no lo hacía hasta que una amiga japonesa me dijo que si no sorbía el ramen, perdía gran parte del sabor. Lo hice y, sorpresa, encontré que al sorver, se notaban mucho más los aromas del caldo, así que siempre hay que sorver (los ramen y los soba y no otras cosas 😉 ).
susana says:
19 mayo, 2009 at 23:31
Me está encantando tu viaje!! todos los detalles, las fotos, tus explicaciones, muchas gracias por compartirlo.
Que disfrutes!!
Pablo says:
11 septiembre, 2013 at 18:34
Qué bonito es rebuscar en umami-madrid y ver como uno de los mayores expertos en cocina asiática de la red, hace 4 años -que son muchos-, no supo diferenciar que le habían servido bambú en el ramen y creyó que los fideos de éste llevaban huevo.
¡Eres humano! ¡Lo eres!
Saludos maestro. Ojalá algún día me caiga un dinerillo del cielo y pueda ir a una de las cenas secretas.
Íñigo says:
12 septiembre, 2013 at 13:49
😉 jajaja, me has pillado!