Un plato sencillísimo y buenísimo, la combinación de cangrejo y maíz es simplemente espectacular.

Y no tiene ningún misterio más que usar ingredientes buenísimos, nada de tronquitos en vez de cangrejo, nada de maíz de lata en vez del fresco y nada de caldo de pollo de polvos o pastillas por favor, que el caldo de pollo casero es fundamental.

Había tomado la sopa bastantes veces en restaurantes chinos hace muchos años y siempre quise hacerla. La textura de la sopa me encanta, es lla de a típica sopa china espesa con hilillos de huevo cuajado. Para conseguir este efecto es importantísimo echar la clara poco a poco sobre el caldo caliente mientras lo remueves.

Mi receta tiene cebolla pochada en mantequilla, algo nada habitual en esta sopa, pero qué mejor combinación que el sabor de la mantequilla con el maíz, al que estamos tan acostumbrados con las palomitas o con la mazorca cocida y dorada luego en la sartén? ¿Y a quién le importa seguir al-pie-de-la-letra una receta sólo porque sea tradicional? a mí por lo menos no…

Ingredientes para 4 personas:

• 700 ml de caldo de pollo
• 200 ml de caldo de cangrejo (infusionar las patas y la cabeza sin carne en agua hirviendo con un puerro y un diente de ajo.
• La clara de 2 huevos bien batidos
• Una cebolla picada
• Una cucharada de mantequilla
• Una mazorca de maíz
• 2 ó 3 cucharadas de Maicena diluidas en un poquito de agua (también puedes espesarla con fécula de patata o de tapioca)
• La carne de una centolla o 2 latas de carne de cangrejo, pero no del chino que está malísimo
• Sal y pimienta
• Unos aritos de guindilla tailandesa
• Unas 4 hojas de lima kaffir cortadas bien finitas

Preparación:

Saltea la cebolla en la mantequilla hasta que quede bien pochada y coja color, añade los dos caldos y cuece el maíz en los caldos hasta que quede tierno y reserva. No te puedes imaginar el sabor tan bueno que la mazorca añade al caldo.

Añade la Maizena (previamente disuelta) o el espesante que hayas elegido al caldo y deja que cueza un par de minutos hasta que la sopa espese y ajusta si ves que necesita más densidad. Ya fuera del fuego echa el huevo en hilos finitos mientras remueves con una cuchara. Se cocerá al instante. Aquí está la foto de cómo tiene que quedar:

Prueba y salpimienta.

Para la centolla: un método infalible y facilísimo para que no quede recocida. Pon el bicho en una olla, cubre con 2 litros de agua hiviendo y deja reponsando fuera del fuego durante una hora. Luego abre y extrae la carne.

Final y presentación:

Sirve la sopa en cada plato, en el centro monta el maiz y utilizalo de base para colocar encima el cangrejo, las láminas de guindilla y las hojas de lima kaffir, que va genial, le da un aroma fresco y cítrico buenísimo sin aportar nada de acidez.