Ahí va la receta, larga y un poco pesada, de los English Muffins para los huevos Benedictine. Se toman con lo que quieras, están buenísimos tanto con salado como con dulce. A mí me encantan con mantequilla y mermelada para desayunar.

Intentaré hacerla lo más fácil posible.

Ingredientes:

• 6 gramos de levadura seca (puedes sustituir por levadura de panadería, pero no por levadura Royal, no tiene nada que ver)
• 25 gr. de agua templada
• 200 gr. de suero de mantequilla a temperatura ambiente (para hacer el suero añade una cucharada de vinagre blanco a 200 gr de leche fresca, deja reposar a temperatura ambiente hasta que se corte, si no se corta añade un poco más de vinagre)
• 300 gr. de harina de pan
• 25 gr. de azúcar
• 35 gr de mantequilla a temperatura ambiente
• Aceite de oliva
• Harina de maíz (ni demasiado fina ni demasiado gruesa)
• Sal

Preparación:

Mezcla la levadura con el agua hasta que se disuelva y añade el suero de mantequilla, la harina, el azúcar, la sal y amasa a mano o en la Thermomix durante unos 3 minutos.

Añade la mantequilla mientras sigues amasando durante unos 7 u 8 minutos.

Echa en un bol cubierto con un poquitín de aceite y deja la masa reposar durante 1 hora.

Luego mete en la nevera durante una hora más para que se enfríe y sea más fácil de manejar.

Mientras tanto echa un poco de la harina de maíz sobre una bandeja de horno hasta cubrir la superficie (intenta buscar una harina de maíz más fina que la de la foto).

Cubre la superficie de trabajo con un poco de harina y enharínate las manos. Amasa la masa un poco hasta que se desinfle, dale forma alargada:

y haz bolas de unos 60 gramos, ponlas en la cama de harina de maíz y aplasta ligeramente para que la harina se pegue a la masa. Dale la vuelta y repite el mismo proceso.

Calienta una sartén a fuego mínimo con un chorrito de aceite (si tienes una plancha tipo Princess úsala porque va genial, es lo ideal), echa un poquitín de aceite y pon los Muffins que quepan.

Poco a poco irán subiendo. Cuando empiecen a subir, después de unos 5 minutos, dales la vuelta (a ser posible no uses tus dedos porque se quedarán marcas hundidas en el lateral de la masa, usa un cuchillo o algún otro utensilio que te permita darles la vuelta desde abajo). Repite esta operación hasta que estén hechos, unas 4 ó 6 veces.

Ya los tienes hechos. Si ves que quedan poco hechos en la parte central, mételos en el horno hasta que se terminen de hacer. Ahora puedes dejarlos enfriar y congelarlos o usarlos en el momento.

Antes de tomarlos hay que abrirlos por la mitad (se suelen abrir con un tenedor para que no queden uniformes, pero a mi me gusta hacerlo con un cuchillo de pan).

Independientemente de cómo los abras, antes de tomarlos hay que tostarlos en una sartén con un poco de mantequilla o si quieres ahorrarte un paso, puedes hacerlo en la tostadora (pero no quedarán tan buenas y después del curro que ha sido merece la pena ser perfeccionista hasta el final).

Y a disfrutarlos!