Aquí va un resumen de platillos diversos que tomé en distintos restaurantes y demás establecimientos en el viaje japonés:
En Kamakura, cerca de Tokio, el plato más sorprendente fué ojo de atún (al final de los platos de este restaurante):
Empezamos con un sahimi buenísimo y fresquísimo de chanquetitos con jengibre, cebollino, unas gotitas de salsa de soja y pal buche!.
El molusco fálico del que ya os he hablado, más crujiente que el calamar.
Una ensaladita fusión de okra, dados de queso tipo philadephia y katsuobushi con una vinagreta a base de miso.
Y para finalizar ojo de maguro (atún) a la brasa.
Y ojo con el esta parte del ojo que no se come:
Ahora vamos a un restaurante de Otaru, en la isla de Hokkaido:
Racimos de algas frescas, perlitas con sabor intenso a mar que explotaban en la boca cuando las mordías:
Un dadito de tofu fermentado, de sabor intenso y extraño; el color cambiaba debido al uso de bicarbonato en la fermentación:
Pulpo y calamar fermentado (suave, dulce y muy bueno, aunque es un platillo para atrevidos)
Y una sopa deliciosa con un dumpling increíblemente bueno dentro:
Se dice que el mejor pulpo de Japón se toma en Kioto, este estaba increíblemente tierno, mucho más que nuestros pulpos a pesar de está simplemente blanqueado (cocido unos pocos segundos en agua hirviendo) y con una apariencia interna de pulpo crudo; algo tan simple, probablemente de lo mejorcito que tomé en Japón:
Ya callejeando por ahí tomé las siguientes delicias:
Un plato sencillísimo e increíblemente bueno, una carne a la plancha sobre un arroz glutinoso preparado como para sushi, ácido y ligeramente dulce, con cebollino chino, salsa de soja, un poco se wasabi y una hoja de sisho:
Gambas deshidratadas y galletas de gambas buenísimas, mucho más suaves que las del sudeste asiático:
Un tentenpié de una tienda del metro increíble, arroz glutinoso con huevas de salmón y salmón crudo:
Unas bolitas de pasta y rellenas de pulpo, típica fast food que estaban increíblemente buenas, la masa muy tierna, el pulpo buenísimo, cubierto de mayo, cebollino y katsuobushi. Fue el último plato que tomé antes de subirme al avión, bueníiiiisimo y se puede encontrar prácticamente en cualquier sitio:
En Kioto paseando por un mercado tomé unos gajitos de batata con mantequilla y miel increíbles:
El Tokio unos bollitos rellenos buenísimos, repetí unas 4 y eso que yo no soy de dulces, ¡qué majetes eran!:
El té de matcha batido con unas barillas de bambú para sacarle espuma con un pastelito dulce de arroz que siempre acompaña el té (el palito que viene en el plato del pastel es el cuchillo tradicional para cortar estos dulces):
Basilio Moreno García says:
5 diciembre, 2011 at 16:08
Hola Íñigo,
La parte del ojo de atún que no se come es el cristalino. Durante la vida es transparente, pero con la cocción sus proteinas coagulan. Proceso que también sucede por agresiones oxidativas en forma de catarata durante la vida. Antes se sacaba entera, pero ahora se emulsiona y se extrae. Así que lo que muestras con los palillos es… la catarata del Sr. Maguro!
inigoaguirre says:
6 diciembre, 2011 at 00:19
Muchas gracias Basilio! cuánto queda por aprender…