No puede haber nada más sencillo: echa un poquito de cinco especias chinas a unos muslitos de codorniz, deja en la nevera durante 24 horas y luego dora a fuego fuerte con un poco de grasa de pato – importantísimo que la piel quede bien dorada y crujiente.
Como paso intermedio y para conseguir una textura aún más tierna y que la carne prácticamente se «caiga del hueso» cuece en un caldo de pollo en olla express durante unos 15 minutos. Luego seca bien, especialmente la piel y dora en la sartén.
Decora con unas hojas de cilantro, pimienta recién molida y unos cristales de sal. Delicioso.