Diossss qué placer tomar algo tan bueno y tan refrescante. Una auténtica maravilla, lo cené hace un par de horas y todavía sigo salivando. Ácido, dulce, un puntito de amargor, salado, picante, sabrosísimo y con un aroma de morirse.
Y no hay nada más fácil que preparar este platillo. La única dificultad está en encontrar chipirones secos – aunque también se puede usar calamar. A mi me los ha traído una amiga tailandesa, pero aquí se pueden encontrar en la zona de refrigerados de las tiendas de alimentación asiáticas. Asegúrate de que los que compres no llevan tripas porque si es así tendrán un sabor tan potente que no te resultarán agradables. Y si no los encuentras, puedes secarlos tú mismo: pon el horno al mínimo con la puerta entreabierta (o si puedes regular, a unos 50-60º C) y deja secar los chipirones bien limpios durante una noche.
Los chiles habaneros son de Puro Verde; para los que no les conozcáis, son unos pequeños productores que han traído a Madrid lo nunca visto: distintos tipos de sishos (perilla frutescens), varios tipos de albahacas tailandesas y unas verduras impresionantes. Hay que conocerles.
Ingredientes:
- 1 chalota
- 5 chipirones secos
- 1 naranja
- Medio pomelo rosa
- Un par de cucharadas de salsa de pescado
- El jugo de medio limón
- Chiles habaneros – de Puro Verde – yo los conservo cortados en salsa de pescado. De-li-cio-sos.
- Cilantro
Preparación:
Tuesta los chipirones en una sartén seca (sin aceite) hasta que empiece a humear ligeramente – dóralos hasta que se chamusquen un poquito sin llegar a quemarse.
Mira qué maravilla, no te puedes imaginar cómo están, al poco de salir de la sartén quedan crujientes, casi como una patata frita. No lo dudes, tuesta de más, abre una cerveza y mientras preparas el resto del plato, pon música y disfruta del premio egoísta del cocinero: el mejor aperitivo posible. Y no se lo cuentes a nadie.
Corta la chalota en juliana lo más fina posible. Si queda gruesa, la fuerza de la cebolla tendrá demasiado protagonismo y, bueno, no quedará tan, tan bueno. Necesitarás un cuchillo muy bien afilado, como este de la última serie de de Kai, los Seki Magoroku. Como no podría ser de otra manera con Kai, cortan de maravilla y tienen una estética increíble, con formas mucho más minimalistas de lo que acostumbran a hacer. Me encanta cómo el filo está terminado en brillo y la parte superior, en mate, y con una línea sinuosa que divide las dos partes.
Y con pequeños detalles como este, en la empuñadura, que lo hacen delicioso.
Corta los cítricos en trozos que te puedas llevar a la boca – yo he dejado parte del alvedo para darte un punto más amargo.
Reserva el jugo de los cítricos y mezcla con la salsa de pescado, el jugo de lima y los chiles. Añade el cilantro y ¡a disfrutar del plato!
Advertencia: prohibido tunear la receta añadiendo aceite, que te conozco.
Hablando del plato, estoy tan contento con estos platillos que he conseguido en una tienda en el SoHo de NYC, en Crosby con Prince. Increíbles, cada uno es único, pintado a mano, con un fondo azul suave y con unos rojos con destellos verdes que son para morirse. Una auténtica joya.
Bugnuelo says:
11 diciembre, 2014 at 09:12
Un blog diferente. una receta extraordinaria y una redacción impecable. No se puede pedir más 🙂
julian daniel jimenez krause says:
11 diciembre, 2014 at 09:16
wow se me agua la boca! y parece tan fácil! lo voy a intentar! gracias!
Erny says:
11 diciembre, 2014 at 09:43
Qué sorpresa los chipirones frescos.
Viva Iñigo !
Íñigo says:
11 diciembre, 2014 at 09:47
Gracias por el comentario, pero frescos? son secos…
Julio Rodriguez says:
12 diciembre, 2014 at 08:49
Que pinta mas buena. En Canarias son muy populares los calamares secos, adaptaré la receta estas navidades. Otra cosa Iñigo, donde compras los productos de puro verde?
Íñigo says:
12 diciembre, 2014 at 11:22
Habla con ellos a través de su cuenta de twitter
Juan says:
15 enero, 2015 at 20:51
Hola Íñigo, ¿Qué salsa de pescado usas?
Un saludo !
Íñigo says:
16 enero, 2015 at 10:26
Utilizo una salsa vietnamita de Phu Cuoc. No recuerdo el nombre. Si no encuentras, mira los ingredientes, las mejores sólo llevan sal y anchoas. Y si especifica los º de nitrógeno, a partir de 40º está genial (mide la proporción de proteínas que contiene, por lo tanto, su pureza)