Sin lugar a dudas uno de mis kimchis favoritos, el sabor y el punto crujiente del pepino combinado con la cebolleta y el aliño del kimchi es insuperable. Lo hice siguiendo el proceso de fermentación en bolsa de zip que describo en otro post.
Para hacerlo:
- Limpia los pepinos.
- Corta los extremos y retira el centro con las semillas con la ayuda de un utensilio tan cruel y maligno como el archiconocido descorazonador de manzanas (hasta la manzana de Eva tenía corazón, a qué punto hemos llegado, Señor).
- Retira parte de la piel con un cuchillo, dejando tiras con y sin piel.
- Corta longitudinalmente en 4 formando una cruz (me está saliendo un post de lo más religioso).
- Añade la cebolleta cortada en tiras del mismo tamaño que las piezas de pepino.
- Y mezcla con los ingredientes del aderezo de kimchipara unos 4 pepinos de tamaño normal y el verde del mismo número de cebolletas:
- 2 cucharadas de azúcar.
- Otras 2 de guindillas coreanas en trituradas (puedes sustituir por cualquier otro tipo de guindillas que no sean demasiado picantes y que tengan un color rojo brillante).
- 1 cucharadita de sal.
- Ajo y jengibre bien picados
- 1 ó 2 cucharadas de salsa de pescado tailandesa o vietnamita.
Deja que la mezcla «sude» y prueba a las 2 horas. Tiene que quedar ligeramente salado, notarse el punto picante y el dulzor del azúcar. Pero no te olvides de cómo te gusta a ti y rectifica conforme te lo pida el alma.
Ahora sólo queda dejar que el tiempo de fermentación haga su magia. A partir del segundo día ya te lo puedes comer, aunque para darle un sabor más mordaz puedes esperar y fermentarlo de 2 semanas a 2 meses o más. Si no quieres sobrefermentar, cuando haya llegado al punto que más te ponga, pa’ la nevera.
Mira cómo se hinchó la bolsa después de tan sólo dos semanas
Ya sólo queda dejarse llevar por la lujuria y la gula. ¡A disfrutar!
Rosa Tovar Larrucea says:
15 abril, 2013 at 09:49
Muy bueno, tengo que probarlo. ¿Lo haces con pepinos estilo español o con los largos del Líbano?
Siempre he tenido cierta prevención ante los fermentados, excepto el pan y el vino. No hay ninguna razón objetiva, la verdad. Supongo que no son muy comunes en la cocina occidental en platos de cocina.
Te recuerdo que la manzana de Eva tenía corazón no porque fuera manzana, sino porque era el saber. Cuántas ñoñerías religiosas. Pero eso del descorazonador para los pepinos me ha parecido estupendo.
Íñigo says:
15 abril, 2013 at 22:09
Rosa, yo los hice con los pepinos estilo español retirando la parte central, donde están las semillas), pero se suele hacer con los pepinos largos.
Un abrazo fuerte!
Ernesto says:
15 abril, 2013 at 09:53
Tiene una pinta excelente Iñigo.
Ali.s Cuellar says:
21 julio, 2024 at 01:37
Con que se puede sustituir la salsa de pescado. Si se es alérgico a este.
Guindilla says:
15 abril, 2013 at 13:33
Tiene buena pinta. Me parece curioso que no añadas los típicos ajos y gengibre. Mientras el ajo seguramente «mate» un poco el sabor del pepino, un poco de gengibre creo que podría quedar bien.
Un saludo.
Íñigo says:
15 abril, 2013 at 22:11
Guindilla, tienes toda la razón, perdona el despiste, pero se me olvidó añadirlo. Ya está Actualizado
Un saludo
Íñigo says:
15 abril, 2013 at 22:13
Si te fijas se pueden ver en la foto!
Lidia says:
15 abril, 2013 at 17:09
Otra receta bacana!
Voy a hacerlo. Pero tengo dos preguntas.
Por aquí hay un pepino más fino que le llaman de japonés: será el más apropiado?
Y la cebolleta es la que llamamos por aquí de cebolla de verdeo? O es el nirâ?
Bueno, tengo otra más que estoy por hacerte desde hace unos días sobre aquel fermentado de rabanitos que colocaste: con qué otros legumbres quedaría bien? Pienso en aquellos que no son túrgidos como los rabanitos, tipo tomate, cebolla, hojas: será da?
Yo ya lo hice con quiabo e zanahoria. Estoy esperando para probarlos.
Íñigo says:
15 abril, 2013 at 22:10
Lidia, si encuentras pepinos japoneses, mejor, si no, retira el corazón. No sé qué es la cebolla de verdeo o el nira. Si quieres hacer ferentados, prueba con raíces.
Saludos