El kumquat es un cítrico chino tan pequeño que se come entero, te lo metes en la boca y a morder, escupes las semillas y te mueres del gusto. Es ligeramente ácido y bastante amargo por el albedo de la piel, y claro, con tanta pectina que con sólo triturarlo ya gelifica. Ya publiqué algunos platillos con esta fruta hace tiempo. La mermelada sólo le gustará a los amantes de la mermelada de naranja amarga, solo que esta tiene un puntito más amarga.
Para hacerla, nada más fácil: retiras la parte del tallo de la fruta, quitas las pepitas y cortas los cítricos en juliana.
Luego los pones a cocer con medio vaso de zumo de naranja, un tercio de su peso en azúcar para que esta no disimule el amargor de la fruta. Cuando esté hecha, las embotas y cueces cubiertas de agua durante al menos una hora. Ya tienes una conserva que te durará una buena temporada.
Para acompañar platos salados está buenísima:
- También y otras opciones más clásicas: en tostadas está buenísima
- Y también con yogur (preferiblemente griego) y un poquito de menta (y si añades unas galletitas trituradas para darle un punto crujiente, ya está que te mueres)
Ana says:
30 mayo, 2011 at 10:12
Deliciosa y muy exótica.
Tengo que probarla.
Besos