Esto es tan fácil que es ni siquiera llega a ser una receta, pero es de lo mejorcito que se puede tomar.
Sólo hay que limpiar el salmonete de espinas (sí, las del centro también hay que quitarlas con pinzas para que el que lo tome no se encuentre con ninguna).
Que ¿Cómo limpiar un salmonete para que no tenga espinas? Muy fácil:
Primero quita las aletas de todo el pez y reserva para hacer unas chips de aletas (ya tienes un primer aperitivo).
Haz un primer corte por la cabeza desde detrás de la aleta lateral.
Abre las entrañas metiendo las tijeras desde el orificio final hasta la altura de las agallas y retira las entrañas cortando la parte que queda colgando de la cabeza.
Reserva el hígado (es la víscera que está más cerca de la cabeza).
Haz una apertura por el lado del lomo y continúa cortando lo más cerca de las espinas.
Dale la vuelta y vuelve a sacar el otro lomo con el mismo procedimiento.
(Si es de las primeras veces que sacas los lomos de un pescado y te queda mucha carne en el lado de las espinas, retira con una cucharita y preparate un tartar de aperitivo con un poco de cebolla, zumo de lima, aceite de oliva y algo de picante ).
Retira las espinas centrales con unas pinzas de pescado. Ni se te ocurra tirar la cabeza ni las espinas. La cabeza es la parte más sabrosa y más gelatinosa del pescado, pero como queda feo en un plato, reserva, hazlo a la plancha y tómatela tú solito o haz un caldo junto con las espinas como este para hacer, por ejemplo, un arroz.
Luego lo haces a la plancha, más tiempo sobre el lado de la piel y, para que no se seque, poquito por el lado de la carne.
Por motivos a la vez estéticos y funcionales preséntalo con la piel hacia arriba, así no se perderá el crujiente de la piel. En la base del plato pon una mezcla de crema del hígado (post anterior), el aceite de hacer el salmonete a la plancha que habrá cogido un montón de sabor, unas gotas de zumo de lima y salsa de soja y sirve con puerro cortado en juliana muy muy finita. ¡Ya está!
Carlos Noceda says:
8 febrero, 2010 at 12:50
Me ha encantado el post. Es una pasada. Te diré que estoy totalmente deacuerdo con lo de la cabeza. En mi casa me la como siempre yo, y ponen una cara. ¡No saben lo que se pierden! 🙂
Saludos
inigoaguirre says:
8 febrero, 2010 at 13:40
Gracias Carlos. Y lo mejorcito son las «carrilleras» del bicho, qué gelatinosas!! El truco está en que piensen que te lo tomas tú porque, como buen cocinero altruista, dejas lo mejor para los demás jajaja!!!
astrid says:
1 agosto, 2010 at 14:49
jo, lo de las carrilleras, qué razón tienes. Yo cuando como algún pescado al horno en entero (besugo, rodaballo, txitxarro, ….) rápida me dirijo a la cabezota y ala, a meter los deditos y sacar las carrilleras….mmmmm que taquito de sabor dios! tersito pero jugoso.
Salmonete, mayo de aceite de salmonete y ensalada de calabacín crudo « Umami Madrid's; ácido, dulce, salado, picante… y a veces amargo says:
18 julio, 2011 at 17:59
[…] plato increíble, sin duda entre mis 10 favoritos del blog: salmonetes bien limpitos, sin una sola espina, pasados por la plancha, con la piel totalmente crujiente y bien jugoso (casi sin hacer por el lado […]