Las cabezas, con diferencia, son lo mejor de las gambas y en esta tapita se presentan en toda su intensidad y fealdad, crujientes y sabrosísimas.
Para hacerlas, retira la punta de las cabezas hasta detrás de los ojitos de las gambas, luego con mucho cuidado y con un cuchillo, pela la cáscara dejando las primeras patitas y sala.
Dora a la plancha, primero por el lado de las patitas para que queden bien crujientes y luego hazlas un poquito por el otro lado. Desglasa la sartén con agua y unas gotas de vino blanco seco y echa el líquido sobre las cabezas. Ya está, ¿hay algo más fácil y más bueno?
SANTOS LOPEZ says:
19 noviembre, 2009 at 13:34
¿¿¿fea, peluda e intensa?? Me recuerda a mis ligues de por la noche…
inigoaguirre says:
19 noviembre, 2009 at 14:24
Jajaja, porque no sabes lo que dicen ellas de tí!!!
Mar, de los Sabores Perdidos says:
27 enero, 2011 at 11:55
Hola, acabo de descubrir tu blog y me encanta, ha sido toda una «revelación».
Esta receta-truco es flipante ¡¡se acabó disculparse en las comidas familiares por sorber cabezas con más glotonería que un pulpo!!
Un saludo.
inigoaguirre says:
27 enero, 2011 at 12:01
Muchas gracias Mar, qué honor, viniendo de una experta en masas y dulces, terreno totalmente desconocido para mí
Saludos!