Facilísimo, sano, bueno y orininal. Sólo hay que pelar la piña, quitarle la parte central y cortar en trocitos. Luego espolvoreas un poco de curry por encima (si utilizas un colador queda perfecto porque consigues distribuir el curry de forma uniforme), añade un chorrito de aceite virgen y ásala en el horno a unos 180º hasta que se haga.
Cuando esté, mojas la fuente para incorporar los sabores que han quedado pegados a la fuente y reduces ya en una sartén añadiendo azúcar de palma (si tienes) para hacer un poquito de almíbar.
Ya que os pongo esta foto, quiero contaros que este plato de lo ha pintado mi madre a mano (me hizo una vajilla entera)… son impresionantes, ya os enseñaré otro día las cosas que hace en porcelana.
Dejo una foto nueva para que veáis cómo dejar una piña sin ningún resto de piel: sólo hay que ir haciendo cortes en espiral para recoger todas las pepitas que te encuentras.
Esta vez utilicé un polvo de curry hindú (de los que se compran en las tiendas de Lavapiés) y la verdad es que no dio tan buen resultado como la vez anterior.
Usé un polvo de curry de tienda de barrio y no pensé que iba a dar tan buen resultado: era el típico que encuentras en botecitos de cristal de toda la vida, el que está en casa de vuestras madres. La verdad es que me gustó más cómo quedaba porque es una mezcla a la que estamos más acostumbrados y en seguida se reconoce el sabor familiar de nuestro curry de siempre.
A propósito del curry: esta palabra en la india no hace referencia a la mezcla de especias, sino que significa guiso. Por extensión, como son mezclas de especias que se utilizan para guisar, en el resto del mundo se les ha llamado curry.
En la india en cada región se utiliza una mezcla de especias distintas, incluso cada familia realiza su propia mezcla para guisar. Nunca compran el preparado mezclado, que lo desprecian porque es para desconocedores, y sobre todo para extranjeros.
La técnica que utilizan para extraer todo su sabor creo que es muy recomendable y la podéis aplicar aquí: justo antes de cocinar muelen las especias y las tuestan para liberar todos sus aromas (si lo haces ten cuidado de no quemarlas).
La podéis tomar templada acompañada con un helado de vainilla.
O como en el plato de la foto, que va en frío y con yogur griego.
Fernando Summers says:
9 enero, 2008 at 12:00
Con este me atrevo, de hecho este fin de semana lo voy a hacer que narices!! Ya te contaré el resultado…(creo que tiro por la opción de servirlo templado con helado que mis comensales son golosones…)
Fernando Summers says:
4 octubre, 2008 at 20:34
Y hoy repito!!! Que la ota vez triunfó… aunque hoy le meto helado de caramelo, a innovar se ha dicho..