El dashi es el caldo base por excelencia de la cocina japonesa que se usa en incontables platos. Está hecho a base de copos de un bonito que, después de un proceso de secado y fermentación, queda con la apariencia de una pieza de madera y con alga kombu, la que aporta el sabor umami al caldo.
El dashinomoto es el equivalente a las pastillas de caldo, pero a mí criterio, de mejor calidad. Es un preparado granulado que se disuelve fácilmente y se puede utilizar siempre que tengas prisa. Si quieres preparar el dashi tradicional, es muy fácil, (pero para otras aplicaciones, aquí no quedaría suficientemente concentrado como para impartir suficiente sabor a las alitas) es un caldo que se hace en menos de 3 minutos, casi instantáneo. Puedes encontrar innumerables recetas de dashi en la web.
En este caso he utilizado el granulado para macerar unas alitas de pollo.
El resultado fueron unas alitas con un sabor ahumado muy interesante y con muy poco sabor de fondo a pescado.