Un gran aperitivo para acompañar a una cerveza. Yo no puedo ser imparcial, cualquier preparación que consiga un crujiente que se acerque al de una patata frita me tiene ganado.
Me ha encantado, como el pescado tiene un sabor bastante neutro, su piel también lo es. Es mucho más interesante que la de salmón, buena, pero potentísima.
Preparación: retira toda la carne (encoge mucho más donde hay carne y encima no queda crujiente) y haz a la plancha a fuego medio hasta que quede dorada hasta que quede crujiente (yo tardé unos 7 minutos).
A disfrutar.