Deliciosos huevos de codorniz alcalinos «new style»

pidan codorniz 2

Huevos de codorniz «alcalinizados». Geniales para un aperitivo «algo» diferente.

Los que seguís el blog ya habréis leído sobre los huevos milenarios – o huevos pidan, unos huevos curados durante al menos 5 meses en sal y otro ingrediente muy alcalino como ceniza de leña, cal, carbonato de sodio o sosa caústica que hace subir su pH de  9 a 12 ó incluso algo más. Tienen un sabor intenso a huevo con notas sulfurosas y amoniacales y con un aspecto como el de la foto:

huevos milenariosClara color ambar y yema verdosa tras la curación tradicional.

curando pidan

Releyendo La cocina y los alimentos de Harold McGee, volví a encontrarme un texto sobre nouveaux huevos pidan, un método ideado por dos científicos taiwaneses (no especifica de quién se trata) para rebajar las notas aromáticas de estos huevos.

El proceso de curación alcalina se limita a 8 días en una solución con un 5% de sal y un 4.2% de sosa caústica (NaOH, hidróxido de sodio). Es decir, para 1000 gr . de agua, 42 gr. de NaOH y 50 gr. de NaCl (vamos, sal).

En crudo la yema queda totalmente transparente y la clara espesa ligeramente y se hunde; al cocerlo durante 10 minutos a 70ºC, la clara adquiere un aspecto ligeramente opaco, una textura de gel fuerte muy agradable en boca y no cambia demasiado su sabor. La yema adquiere una textura deliciosa, muy untuosa y maleable y un sabor más intenso y notas ligeramente sulfurosas. 

huevo pidan gallina abierto

El huevo de gallina abierto, mira qué delicia de textura, tanto la clara como la yema.

huevo milenario gallina entero

 Huevo de gallina alcalino, después de 8 días de curación.

Como podéis ver en las fotos, también los preparé con huevos de codorniz, adaptando el proceso a su menor volumen: reduje la curación a 3 días y la cocción a 70ºC., a 5 minutos.

El resultado, bastante bueno. Merece la pena probar y juzgar por uno mismo.

«Flan» de huevas de merluza

flan huevas

Se me ocurrió hacer esto hace unos días, al encontrar en el mercado unas huevas de merluza fresquísimas y enormísimas:

huevas en agua

Y pensé en limpiarlas y cocinarlas como hacen los japoneses con las huevas de salmón:

Primero abrí la bolsa y retiré con mucho cuidado las huevas.

huevas fuera bolsa

Luego las metí en agua a 40ºC para que se cocieran parcialmente y las masajeé suavemente para deshacer su red de forma que quedaran sueltas. El cable es de la sonda para medir la temperatura.

huevas en agua 40ºC

Colé y retiré los restos de venas.

huevas colador

Y repetí la operación otra vez hasta que el agua no tuviera ese tono rojizo inicial, colé y volví a añadir agua, esta vez fría para detener la cocción.

Obtuve unos 650 gramos de huevas  sin terminar de colar, calculo que con un 20% de agua, Lo más interesante fue su textura – tenían muy poco sabor, así que las aderecé con un poco de sal (1%), una cucharada de azúcar y otra de dashinomoto. Añadí 4 huevos bien batidos y cociné al vapor en moldes hasta que llegó a 80ºC y enfrié rápidamente.

El resultado fue muy bueno, me encantó la textura de las huevas combinado con el punto ahumado e intenso del dashi que recuerda un poco a las huevas en salazón y aún más, poder servir un flan de primer plato.

textura flan

Detalle de la textura del flan

Para darle un punto de acidez y frescor, una mayonesa con un aceite de aberquina delicioso que tengo, un poco de lima y EstonoesYuzuKosho.

Pescados raros de la costa de Almería

mercado los ángeles almería

Esta Semana Santa he estado en el Parque Natural del Cabo de Gata, uno de los lugares donde más a gusto estoy. Desde ahí muchos días viajamos hasta Almería capital para ir al Mercado de los Ángeles y aprovisionarnos de pescado fresquísimo. Me encanta porque es un mercado humilde que no ofrece las grandes piezas caras, sino otras menos conocidas, más baratas y lo mejor, dispone de mucha variedad. Tiene pequeños pescaditos, muchos de ellos poco conocidos, pero todos en un estado insuperable, la mayoría incluso con rigor mortis – están tan frescos que hay que dejarlos reposar en la nevera para que maduren (esto de que el pescado tiene que ser lo más fresco posible es una de los grandes mitos de la cocina de pescados, incluso en Japón dejan «envejecer» los pescados antes de servirlos). Para que os hagáis una idea, los precios iban desde 1€ los jureles más pequeños hasta 12 € de un rape de tamaño mediano.

Esto fue lo que más nos llamó la atención:

Araña o pez escorpión (traschinus draco):

 araña2

De carne parecida pero algo más tierna que el rape, con una estructura ósea y un hígado que le recuerda. En crudo estaba bueno, pero también nos gustó tomarlo salteado en cubitos y aderezado con cebolleta, un poco de guindilla, limón y sal, todo muy almeriense. Delicioso y… a 6 € / kg. 

araña salteada

Bejel (trigla lucerna/ trigla irundo):

bejel mercado

No suele medir más de 60 cm y se reconoce instantáneamente por su colorida aleta pectoral.

bejel aletas

Tiene una carne con una textura muy parecida a la de la lubina, pero más sabrosa, con notas a marisco.

bejel sashimi

Nos encantó en crudo, cortada en láminas finitas, con ese dulzor característico de los pescados sin cocinar – la primera vez que lo tomé, en un cocktail en la residencia del embajador de Japón me llamó muchísimo la atención por su sabor tan delicado.

bejel sashimi 2

También estaba buenísimo como envoltorio de un poco de pepino, guindilla y algún aromático.

A la plancha me sorprendió mucho la textura de su piel, bastante dura a la vez que gelatinosa y con una carne deliciosa.

bejel plancha

Pintarroja (scyliornhinus caniculus): 

pintarroja2

Un pez pequeño, de la familia de los tiburones, con una textura parecida a la del cazón pero de tamaño mucho más reducido. Una vez pelado y enviscerado se suele hacer en adobo. Nosotros lo preparamos guisado con un estilo totalmente asiático – almeriense: con una salsa de tomates de la zona e hinojo, la hierba aromática más usada en la región porque crece en cualquier lugar. No nos volvió locos, pero por lo menos probamos algo nuevo.

pintarroja guiso

Armado (peristedion catapharactum):

armado

No suele medir más de 25 cm. y tiene una nariz que lo hace inconfundible. Me quedé con muchas ganas de despiezar y probar este pescado tan llamativo. Si alguien lo conoce, por favor, contadnos a través de los comentarios.

Cocochas a la plancha

cocochas plancha

Hasta ahora sólo había probado las cocochas en pil-pil o a la brasa en el gran restaurante Elkano y nunca se me había ocurrido hacerlas a la plancha.

Cuando uno no tiene demasiado tiempo o prefiere comer más ligero, merece la pena hacerlas a la plancha, se hacen en casi nada de tiempo y es mucho más fácil apreciar las diferentes texturas que ofrecen: el crujiente exterior, la melosidad de la gelatina de los lados y las distintas texturas que ofrece cada músculo interior, alguna parte con una dureza deliciosa, otras con una melosidad increíble. Eso sí, escoge las de bacalao que al ser más grandes ayudan a apreciar las diferencias.

Para hacerlas:

En la sartén: sólo un chorrito de un buen aceite bien caliente, añade las cocochas cuando llegue a los 180º C, y da la vuelta aproximadamente cada 20 segundos para conseguir un buen dorado exterior sin que se sobrecocinen por dentro – mientras se hace el lado que está en contacto con la sartén el otro no se sigue cociendo, lo que permite llegar más lejos con el dorado. Es importante usar una muy buena sartén antiadherente, como éstas de Woll para evitar que se adhieran y se rompa la piel.

cocochas dorándose

Luego adereza con un poco de ralladura de lima, pimienta recién molida y una vinagreta, la nuestra a base de salsa de pescado y lima a partes iguales.

Caldo de oreja de cerdo, tan bueno como para bañarse en él

ramen oreja cerdo

Mi último gran descubrimiento, tan delicioso que podría sumergirme en el caldo hasta que se me arrugasen las yemas de los dedos.

Me vuelve loco cómo se pegan los labios de la cantidad de gelatina que contiene. Ademá,s tiene un color ligeramente lechoso que sólo había visto en caldos de cerdo en Japón que me encanta. Estoy seguro de que se va a convertir en un ingrediente fetiche a partir de ahora, no será la última vez que lo veáis en el blog.

Ingredientes para 1.5 litros de caldo:

  • Dos orejas de cerdo.
  • Una cebolla.
  • 4 clavos de olor.
  • 4 dientes de ajo.
  • Una cucharadita de pimienta en grano.
  • Una cucharadita de semillas de cilantro.
  • Sal.
  • Una cucharadita de glutamato monosódico.
  • 2 cucharadas de azúcar.
  • Una cucharada de salsa de pescado.
  • 2 segmentos de una pieza de anís estrellado (no uses más que es una especia muy intensa y no buscamos darle tanta potencia como a un Pho).

Preparación: cuece en olla express durante 30 minutos. Abre bajo chorro de agua, cuela y reduce a la mitad.

Con este sabor tan cerdil no podía quitarme de la cabeza los ramen tan deliciosos que tomé en mi último viaje a Japón, así que me puse manos a la obra con lo que tenía en casa para hacer algo que resultó totalmente heterodoxo: en vez de ramen, unos espaguetis italianos (De Cecco) unos dados de rape salteados para dar un punto de mar a tanto monte, ajo bien doradito, pimienta y menta. Definitivo. 

Y las orejas las reservamos para otra preparación.

Sardinas curadas

sardinas salmuera

Una marinada corta parecida a la de un salmón: dos partes de azúcar, media de glutamato y una de sal, deja al menos tres días en la nevera y tendrán este aspecto curado y un sabor a pronunciado, a mitad de camino entre unos arenques encurtidos (pero sin su acidez) y una anchoa, pero con toques más frescos:

saldinas después salmuera

Y ya están listas para tomar. Me encantan sobre un pan tostado, con un chorrito de aceite y vestidas con unas piparras, un poco de cebolla roja (o incluso mejor con chalotas) y unas gotas de lima.  

sardinas salmuerizadas sobre pan

Qué pena que no hubiera tenido eneldo.

O para tomar en ensalada con hojas amargas como rúcula o endivias.

¡De-li-ci-o-sas!