Ensalada de cítricos y camaroncitos

Ensalada naranja camarón superior

Una ensaladita sencillísima, inspirada a partes iguales en una «yam» tailandesa y en nuestra deliciosa ensalada de naranja y bacalao, típica de Córdoba. Además, es una manera diferente de cocinar con camarones.

Para hacerla no necesitas más que un cuchillo y un mortero:

Naranjas en dados, unos gajos de pomelo rosa (si es que te gusta su sabor) que dan un puntito amargo y una nota de color, cilantro, cebolleta china (o sustituye por cebollino o cebolleta normal) camaroncitos y chalota (o cebolla roja).

Para la vinagreta: tritura en un mortero medio diente de ajo, un par de raíces de cilantro (si no encuentras, utiliza los tallos), medio chile «bird’s eye», una cucharada de salsa de pescado tailandesa y un chorrito de lima. Y a disfrutar de lo lindo de esta ensalada tan refrescante.

mortero vinagreta

A propósito, no quiero terminar el post sin hacer una mención a este plato que me encontró en una tienda de chinos a a un precio totalmente en línea con su aspecto anticuado: 1.30€ / unidad. Muy de abuela. Me encanta.

Ensalada naranja camarón de la isla

Piel de cerdo melosa y crujente

piel cerdo horno

 

Increíble textura de la piel de cerdo, primero confitada a fuego muy muy suave en grasa de cerdo, luego, al horno a 170º C durante media hora y finalmente, gratinado hasta que quede crujiente.

El resultado, espectacular, el exterior crujiente y sabrosísimo con un interior tan meloso que se pega a los dientes. Nunca olvidarás una textura así. Te lo aseguro.

¡¡¡Las cenas clandestinas vuelven a Umami-Madrid después de más de un año!!!

Después de tanto tiempo estoy contentísimo de poder volver a anunciar una nueva convocatoria para las cenas clandestinas Umami-Madrid.

Os aviso que va a haber cambios importantes en la dinámica de la cena, cambios que creo que os resultarán muy muy sabrosos e interesantes.

Como en cenas anteriores se apuntaba tantísima gente sin poder venir, esta vez, en vez de una sola convocatoria quiero anunciar dos banquetes casi seguidos:

  • Cena el jueves 7 de mayo a las 21:00
  • Y comida el sábado 9 de mayo a las 14:00 

¿Qué debéis esperar? como en otras ocasiones, habrá ingredientes que no se pueden encontrar en Madrid y prepararé platillos sorprendentes, con toques del sudeste asiático y otros de aquí, con el picante justo para dar calor a cuerpo y alegría a la mente.

Los platos serán sorpresa, pero como es costumbre en el blog, esperad platos picantes, carnes, aves y pescados preparados con distintas técnicas, entre ellos, los ahumados caseros en caliente que tanto me fascinan, algún fermentado atrevido, ostras francesas y alguna otra cosa con las que estoy deseando sorprenderos.

Además de un menú degustación parecido a los anteriores, compuesto de unos 7 platillos, la cena incluirá cerveza y varios vinos, que cambiarán en función de lo que toméis, y también de vuestros gustos. Y por supuesto, café y/o unos tés chinos que me traen directamente desde China, que tanto me gustan.

Vamos con los detalles:

¿Cuándo?: mira arriba, en negrita 😉
¿Dónde? en Madrid centro –os enviaremos una dirección con la confirmación.
¿Cuánto? se aceptará gustosamente una donación de 75 €.
¿Cuántos seremos? 6 personas en cada comida.

¿Cómo se selecciona a los participantes? Por sorteo, papelitos con nombre y número de asistentes metidos en una olla tapada de la que iré sacando papelitos hasta cuadrar los 6 comensales.

¿Cómo apuntarme? Envía un correo a umamimadrid (@) gmail (.) com con tu nombre, número de teléfono móvil y número de asistentes.

¿Qué más debo incluir en el correo?

  • Fecha preferente y si tenéis disponibilidad para la otra: si es así, participaríais en los dos sorteos, obviamente dando preferencia a la fecha que prefiráis.
  • Limitaciones: si tenéis algún tipo de requerimiento especial (alergias, ingredientes que no podéis tomar…) incluidlo en el mail.
  • Quién soy: un pequeño texto sobre vosotros o el motivo por el que os apetece venir a cenar.

Qué debo tener en cuenta: Los platos pueden ser picantes, puede haber preparaciones en crudo y como se tratará de un menú cerrado para una mesa entera, no se podrán hacer grandes cambios.

Fecha límite para participar en el sorteo: martes 5 de mayo antes de las 13:00.

¿Cuándo sabré si puedo ir? el martes 5 enviaré un e-mail de confirmación a todos para deciros si habéis tenido suerte o no en el sorteo.
Si queréis saber más sobre el resto de las cenas podéis hacerlo pinchando aquí.

¡Hasta pronto!

Mapo tofu

mapu tofu

Ya sé lo que estáis pensando: el tofu, buajjj, qué cosa más insulsa, no sabe a nada. Y eso incluso sin haberlo probado; estoy seguro que a muchos de vosotros ni se os pasaría por la cabeza que se pueda hacer un plato delicioso con este ingrediente. En occidente casi sólo lo preparan los vegetarianos de herbolario, que saben más de sufrir con la comida que de disfrutar, y ahí la hemos jodido.

Nosotros, tan atentos al sabor, solemos dejar de lado este ingrediente y no atender a su textura, pero cuando te metes una cubito de tofu blando como este en la boca y disfrutas de esta textura, tan deliciosa, sólo puedes dar gracias a dios, mientras notas cómo se funde en tu paladar.

La primera vez que probé el mapu tofu (o mapo dofu) fue en mi primera cena en Shangai en la primera visita a la ciudad, y resultó ser un grandísimo descubrimiento. Lo primero que me impactó fue la suavidad, casi cremosidad del tofu blando con el que estaba preparado, de una calidad impresionante. Luego, la intensidad y complejidad de su sabor: el picante (suave) de las guindillas, la cantidad de umami de las alubias de soja negra fermentadas, que hacen explotar su umamidad en cuanto se mastican, la pasta fermentada de chiles y soja amarilla y el punto ligeramente ácido de las habas de soja fermentada. Por otro lado, el picante, adormecedor y cítrico que le aporta la pimienta de Sichuán esparcida por encima justo antes de servir le da una dimensión que se sale de los límites.

No os asustéis, es facilísimo de preparar, lo importante aquí son los ingredientes, tanto, que en los restaurantes de comida sichuanesa – es uno de los platos más famosos de la picantísima cocina de esta región china – se suele pedir para medir la calidad de su cocina: si este plato está bien elaborado, es garantía de que el resto de los platos que le seguirán serán deliciosos.

Pero si sois de los vaguetes y preferís que os lo preparen, pedidlo en el restaurante El Bund, seguro que os sorprenderá.

Los principales agentes secretos de este platillo:

Fermented chilli bean sauceSalsa de chiles y soja fermentada – hay dos versiones, picante y no picante. Elígela picantefermented black beansY las alubias de soja negra fermentadas, una exposión de sabor

A continuación, la adaptación de la receta que publica Fuchsia Dunlop en Sichuan Cookery. Fuchsia es una de las personas de este continente que más sabe de cocina sichuanesa. Si os gustan los buenos libros, libros con información en profundidad – aunque prácticamente no tengan fotos – y por supuesto, si os interesa la cocina de esta región de China, os recomiendo encarecidamente comprarlo.

Vamos con los ingredientes:

  • 500 gr de tofu blando
  • Cebolleta china al gusto cortada en aritos finos (ver foto principal)
  • 100 ml de aceite neutro (la versión tradicional usa muchísimo aceite, yo uso poco, un buen chorrito)
  • 150 gr de carne picada
  • 2.5 cucharadas de pasta de chile fermentada
  • 1 cucharada de «black fermented beans» alubias de soja negra fermentadas
  • 1 cucharada de chiles Sichuaneses triturados (chiles rojos, secos, no demasiado picantes)
  • 250 ml de caldo de pollo
  • 1 cucharada de azúcar
  • 2 cucharadas de postre de salsa de soja
  • Sal
  • 3 cucharadas de fécula de patata mezclada con 4 cucharadas de agua)
  • 1/2 cucharada de pimienta de Sichuán tostada en sartén seca y pulverizada

Preparación:

Corta el tofu en dados de unos 2.5 cm y cuece en agua con un poco de sal para que se vuelva aún más tierno.

Añade aceite a una sartén, calienta y cuando humee, añade la carne picada hasta que se dore ligeramente, incorpora la pasta sichuanesa de chiles y soja y cuando el aceite adquiera un tono rojizo, añade las alubias negras y el chile en polvo.

Añade el caldo y cuando esté caliente, el tofu. Mezcla con cuidado para no romper el tofu. Incorpora el azúcar, la salsa de soja y la sal (si es que la necesita) y cuece durante unos 5 minutos.

Ahora le llega el turno a la cebolleta china y la mezcla de fécula de patata y agua: mezcla bien hasta que la salsa espese y se adhiera al tofu. Sirve en un plato sopero y sirve la pimienta de Sichuán justo antes de tomar.

Costillas de cerdo ácidas que te harán disfrutar más que nunca

costillas de cerdo fermentadas
Un plato increíble, que desde ahora entra en una nueva categoría: la de absolutamente delicioso y adictivo. Cuando las preparé después de leer a Leela de She Simmers, creo que mi reacción se podría describir fielmente como amor al primer bocado. Y no sólo me ha pasado a mi que estoy acostumbrado a tomar y cocinar con ingredientes algo extraños, a todas las personas que lo han probado les ha vuelto locos, incluso a los más remilgados. Eso sí, asegúrate que tienes cerveza, forman el matrimonio perfecto. Para disfrutarlas de verdad vas a tener que superar desafíos y preconcepciones: Por un lado, no están curadas como solemos tomarlas en España. Su sabor ligeramente ácido se debe a la acción de las bacterias de ácido láctico, que han poblado las costillas durante unos días a temperatura ambiente. Esto las hace increíblemente deliciosas y además equilibran la sensación grasa de la pieza. Por no hablar de la intensidad del ajo, que te hará disfrutar como un enano. Aunque tradicionalmente se fermentaba envolviendo la carne en hojas de banana y ahora la mayoría de la gente las prepara en bolsas de zip o en botes de cristal, la alternativa más segura para hacerlo es en bolsas al vacío para así conseguir un entorno con la menor cantidad posible de aire que ofrezca menos posibilidades de que crezcan otro tipo de bacterias. El proceso de fermentación es facilísimo – por lo menos para nosotros, que dejaremos el trabajo duro a las bacterias mientras que nosotros sólo tendremos que en esperar tranquilamente. Consiste en untar las costillas con una pasta a base de sal (que evita el crecimiento de otras bacterias indeseables, arroz (fuente de alimento para las bacterias) y ajo y dejar fermentar alejado de la luz y en ausencia de aire entre 3 y 6 días a temperatura ambiente o hasta que las costillas huelan deliciosamente fuertes y ligeramente ácidas. Es prácticamente igual al proceso de fermentación del nem chua sólo que en este caso la carne se come cruda, pero comparten el delicioso aroma propio de la fermentación. Por otro lado, las costillas no son tiernas, como estamos acostumbrados, no se caen del hueso al cogerlas, ni  se deshacen en la boca, tienen una textura algo más dura. Es más, se suele utilizar la parte alta de las costillas porque tienen mucho cartílago, más duro de lo normal al haberse cocinado durante menos tiempo, tanto que al morderlo, cruje deliciosamente bajo la presión de los dientes. David Thompson cuenta en su maravilloso Thai Street Food que los tailandeses llaman al cartílago hueso blando, nombre que voy a adoptar a partir de ahora. En gran parte de Asia buscan precisamente esa textura dura, tan alejada de lo que nosotros buscamos, obsesionados por que la carne quede lo más tierna posible. Por ejemplo, en Tailandia y Laos, las mollejas de pato las cocinan ligeramente en la barbacoa para mantener esa textura tan dura, casi elástica que tienen si no se cuecen durante mucho tiempo; y en Japón cené en una Izakaya que hacía láminas finas de carrillera sobre brasas para mantener esa textura crujiente y dura. Otros ejemplos: sien savanh o magret de pato seco y sien hang laosiano – ternera seca y dorada. Preparación

Ingredientes:

  • 1 kg de la parte alta del costillar (sí, la que tiene cartílago, pide costillas de pecho) cortadas en piezas de 4 cm X 4 cm. Si no encuentras esta pieza, puedes hacerlo con costillas normales o incluso con piezas de panceta con poca grasa.
  • Entre un 2%-2.5% de sal (20-25 gr / kg). Mientras más cantidad de sal uses, más lento fermentará, así que usa un 2.5% si va a hacer mucho calor y un 2% si la temperatura es más suave. Yo prefiero usar un 2% porque un 2.5% hace que queden demasiado saladas.
  • 150 gramos de arroz cocido (vale cualquier tipo).
  • 10 dientes de ajo.

Proceso: Tritura en un mortero el ajo con la sal, añade el arroz y sigue triturando hasta que se haya deshecho ligeramente. Mezcla la carne con la pasta y envasa al vacío – también puedes usar una bolsa de zip o meterlas en un bote de cristal, pero aquí ten especial cuidado de no queden burbujas de aire entre la carne. costillas envasadas Deja fermentar en un lugar apartado de la luz durante al menos 3 días si es verano y las temperaturas son altas o hasta 5-6 días. Para encontrar el punto que más te guste, abre la bolsa a los 3 días, fríe una pieza y prueba. Si no está suficientemente ácido, vuelve a envasar y fermenta unos días más. Alguna pista que te ayudará a saber si la fermentación va por buen camino:

  • La carne tiene que tener un aroma fuerte pero agradable, con notas ácidas. Si no huele bien, tíralas y no te la juegues.
  • Al tercer día la bolsa se hinchará ligeramente. No te preocupes, es el dióxido de carbono que se produce durante la fermentación.
  • La carne soltará algo de jugo, es normal, no te preocupes.
  • Si el ajo ha cogido un color verdoso, no te preocupes, el ajo adquiere este color en un entorno bastante ácido, cuando la fermentación ha avanzado bastante.

costillas envasadas bolsa hinchada

Después de 2 ó 3 días la bolsa empieza a hincharse y las costillas sueltan líquido

costillas fermentadas sin bolsa

 Las costillas después de 4 días fermentando

Una vez fermentado, puedes cocinarlo inmediatamente o guardarlo en la nevera durante al menos una semana para ralentizar la fermentación. Antes de freír, retira la mezcla de arroz y ajo y reserva. Cocina hasta que estén hechas por dentro y doradas y crujientes por fuera. Cuando hayas hecho todas las costillas, echa al aceite la mezcla de arroz y ajo y fríe hasta que quede crujiente. Añádelo sobre las costillas y decora con unas hojas de cilantro. Puedes acompañarlo con unos chiles, pero así tal cual, está maravilloso.

costillas de cerdo fermentadas y fritas

Muslos de pollo al vacío con salsa pepitoria

pepitoria

 Acercándose a la perfección: piel crujiente, carne jugosísima y salsa deliciosa.

La pepitoria es una de mis salsas favoritas, aporta un sabor increíble y el punto amargo de las almendras – que me gusta realzar quemándolas ligeramente en la sartén. Además, al hacerlo por separado resulta aún más buena ya que permite disfrutar de su sabor con la mejor textura posible.

Ingredientes para 4 personas:

3 muslos de pollo de buena calidad (deshuesados)

Para la salsa: 

  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • Unos 50 gramos de almendras marconas trituradas y casi quemadas en una sartén seca
  • Caldo de pollo
  • Las yemas de un par de huevos
  • Azafrán
  • Perejil

Preparación:

Deshuesa los muslos, añade un 1’5% de sal, 1% de glutamato monosódico y un 2% de azúcar. Envasa y cocina al vacío a 64º C durante 2-3 horas. Enfría en un baño con hielo y agua.

Para la salsa: dora el ajo picado, pocha la cebolla y, cuando esté, añade la mitad de las almendras, el caldo de pollo y las yemas. Tritura toda la mezcla bien y pasa por un colador.

Vuelve a llevar al fuego e infusiona el azafrán unos minutos.

Justo antes de servir, seca el pollo y dora la piel en una sartén antiadherente. Corta en dados de forma que no haga falta utilizar cuchillo.

En un plato caliente sirve la salsa de base, los muslos, un poco de perejil y el resto de almendras tostadas y casi quemadas.

pepitoria 2