Merluza y tom yum a medio camino entre una salsa y una sopa

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Un platillo delicioso con un sabor totalmente tailandés, aunque ellos nunca servirían piezas tan grandes de pescado sin cortar. Además es sencillísimo y si tienes el caldo hecho, en menos de una hora tienes el plato listo.

Ya que este plato es una sopa y a la vez un plato principal, me gustaría reflexionar rápidamente en sobre las diferencias entre las sopas y los curries – que estriba más en la técnica de cocción que en la cantidad o densidad del caldo.

La mayoría de nosotros, cuando pensamos en un curry tendemos a pensar en un plato denso, fuertemente aromatizado y con carne o algún tipo de pescado o marisco. Sin embargo, cuando pensamos en sopas, tendemos a pensar en un recetas suavemente especiadas y la cocina tailandesa nos echa abajo esta preconcepción desde el principio. ¿Por qué? tom en realidad no significa sopa, significa cocer o hervir, aunque nosotros lo traduzcamos como tal. Curiosamente la diferencia no está en que sea más o menos especiada o más o menos acuosa – en Tailandia hay curries muy acuosos y no dejan de ser un gaeng (curry en talinadés) – la diferencia está en la técnica que se usa para cada uno: en un gaeng los aromáticos se trituran en el mortero hasta conseguir una pasta, mientras que en un tom, los aromáticos se cuecen o hierven en el caldo, pero nunca, nunca, nunca se trituran convirtiéndolos en una pasta.

Ingredientes para 4 personas:

  • 600 gr de caldo de pollo
  • Aromáticos para el caldo:
    • Una pieza grande de galangal (bien picada)
    • Unas 4 ó 5 hojas de lima kaffir (estrúja las hojas para que liberen fácilmente su sabor al caldo)
    • 3 tallos de lemongrass (mejor picados, si no golpea con la parte de atrás de un cuchillo)
    • Un buen chorrito de salsa de pescado tailandesa
    • 1 ó 2 chiles tailandeses (bird’s eye) – todos estos ingredientes los encontrarás en tiendas de productos asiáticos
  • 4 tacos de merluza – 1 para cada comensal – mejor si son gruesos
  • 1 lima
  • Una buena cantidad de cilantro
  • Unos tomates blanqueados y pelados
  • Un chorrito de aceite de cigalas (opcional)
  • Y cebolleta china

Preparación:

  • Cocina la merluza al vacío a 44ºC
  • Mientras se va haciendo, pon el caldo a hervir e infusiona durante unos 10 minutos con los aromáticos y los chiles.
  • Justo antes de servir, dora la merluza por la parte de la piel y sírvela en cada uno de los platos soperos con la piel hacia arriba.
  • Cuela el caldo y añade una buena cantidad en cada plato – hasta cubrir la merluza hasta la mitad.
  • Añade un chorrito del aceite de cigalas, unos gajos de tomate, una pieza de lima para que cada uno se exprima la cantidad que quiera y la cebolleta y el cilantro.

Opcional: puedes añadir un chorrito de leche de coco al caldo si te apetece, aunque vas a convertirlo en un plato más pesado y menos delicado.

Facilísimo, aunque no lo parezca.

 

 

Tofu y huevo milenario

tofu huevo milenarioEfectivamente, este platillo no es para cualquier, y si lo fuera, probablemente estaría publicado en otro blog. El huevo milenario no tiene muy buena fama y tampoco un aspecto de lo más apetecible. Sin embargo, su textura tan especial, con la clara gomosa y la yema untuosa y su sabor a huevo intenso, con un punto ligeramente amoniacado lo hace delicioso para un paladar aventurero y ligeramente entrenado. Su sabor se suaviza si va rebajado con otro ingrediente neutro, como el tofu, que le también aporta untuosidad. Lo puede preparar cualquiera, sólo necesitas comprar los ingredientes: por persona corta unos 250 gr. de tofu tierno en daditos, un huevo milenario o dos (o prepáralo tú mismo en casa con huevos de codorniz que quedan buenísimos, con un aspecto mucho más apetecible), un poco de cebolleta china (o sustituye con cebollino), chiles si te apetecen, y aliña con 1 parte de vinagre negro chino y 2 partes de salsa de soja.

Arroz negro – otro tipo

Si te gusta la morcilla este plato te va a encantar. Ya sé que parece algo extraño, pero te aseguro que tiene un sabor delicioso y bastante familiar.

Si tienes invitados tiquismiquis, seguro que les encanta – salvo si ven los ingredientes – ¡o este post antes de comerlo! Si tienes al menos un invitado aprensivo, asegúrate de que no lo vea hasta que hayan terminado el plato. Luego, sin dudarlo, saca el bol de sangre para que lo vean y te regocijes de la risa y ellos del horrór. O haz como yo en la última foto del post.

El plato está inspirado en una preparación tailandesa de arroz cocido al vapor con sangre, pero yo quería darle un punto distinto y aportarle más sabor con un salteado. Al final ha salido algo muy diferente, con sabores a mitad de camino entre Burgos y Tailandia.

arroz amorcillado

Ingredientes para 4 personas:

  • 250 gramos de arroz de jazmín tailandés ya cocido
  • 150 gramos de sangre líquida (a la venta en algunas casquerías, yo la he encontrado en una casquería en el mercado de Maravillas – no sé deciros cuál, pero seguro que preguntando en el mercado la encontráis). Para aderezarla:
    • 4 cucharadas de jarabe de azúcar (azúcar disuelta en la misma proporción de agua)
    • Un chorrito de salsa de pescado – o sustituye por sal
    • Chile seco en polvo
  • Un puñado de piñones
  • Un puñado de pasas rehidratadas en agua unas horas antes de saltearlas
  • 3 dientes de ajo picado
  • Una pieza de jengibre de un dedo de grosor, bien picado
  • Pimienta molida
  • Chalota frita (a la venta en tiendas de productos asiáticos)
  • Cebolleta china – o sustituye por cebollino
  • Unas hojas de cilantro (opcional)
  • 150 gramos de hígado de cerdo cortado en láminas- o sustituye por carne de cerdo picada
  • Mucho valor

Preparación: 

Adereza la sangre con el azúcar, la sal o sal-sa de pescado y el chile. Prueba la sangre, piensa que esto va a aderezar todo el arroz, así que los sabores tienen que ser potentes.

you guessed it, sangre!

Mezcla la sangre con el arroz hasta que absorba todo el líquido. Si te atreves, prueba y rectifica si fuera necesario. Debería notarse la sal, el dulzor y ser ligeramente picante.

arroz y sangre

Con la sartén seca, tuesta los piñones. Reserva.

Saltea el ajo y el jengibre en aceite hasta que se doren y reserva.

En la misma sartén haz el hígado a fuego fuerte hasta que se dore y vuelve a reservar para que no se haga de más.

Añade aceite y cuando empiece a humear, dora las pasas, echa la pimienta y saltea el arroz con la sangre hasta que adquiera el color oscuro típico de una morcilla. Vuelve a incorporar el hígado y mezcla bien con el arroz.

Sirve en un plato y decora por encima con piñones, chalota frita, cebolleta china, cilantro (si quieres) y el ajo y jengibre dorados.

Ah, y si mientras cocinas te entra mucha mucha hambre, ya sabes que puedes hacer un pequeño agujero a la bolsa de sangre que has comprado y, para seguir tradiciones españolas, tomarla como si bebieras vino de un porrón.

vampiro

Cena temática con arroz basmati de Sundari como principal protagonista

Sundari Rice decidió tematizar el mes de junio alrededor de la cocina indú y terminar el mes con un sorteo en su blog en el que participaron todos los que comentaron en el post. El premio, una cena clandestina para ocho personas donde el arroz tendría el protagonismo que se merece. Pero nadie sabía los detalles de la cena: ni quién iba a hacer la cena, ni en qué consistiría exáctamente, así que fue toda una sorpresa encontrarme con ellos y contarles qué iban a encontrarse, algo que le daba un halo de noséqué que generó muchísimas expectativas. Quedamos en un bar al lado de casa para conocernos y luego subimos a casa a cenar.

basmati rice pack

Me planteé la cena como un medio buscar aromas que funcionaran bien con el arroz, independientemente de la procedencia de los ingredientes. ¿Por qué preparar una cena centrada sólo en ingredientes de la India si se pueden encontrar sabores más propios de otras zonas que vayan bien con este? Y como no podía ser de otra manera, el foco se desplazó al este de la India acercándose al sudeste asiático, cocina que conozco bastante mejor. Claro que no todos los platos tenían arroz. Había que dejar espacio para que el basmati se hiciera querer.

Arroz basmati Sundari

Empezamos calentando motores probando el arroz para que nos ayudara a debatir sobre el basmati y sus aromas, intentando entre todos poner en palabras la complejidad de su sabor. Hablamos de frutos secos, nueces, avellanas…

pandan cocktail

Luego tomamos un cocktail a base de hojas de pandan, una aromático habitual de la cocina del sudeste asiático. Lo interesante de este ingrediente es que comparte con el basmati el aromático 2-acetil-1-pirrolina, el compuesto que da su característico aroma a los dos ingredientes.

Para prepararlo, trituré las hojas con un poco de vodka congelado para extraer todo su jugo (el alcohol funciona mucho mejor que el agua cuando se trata de disolver aromáticos, por eso las colonias tienen una base alcohólica) y luego añadí lima y un poco de agua con gas para hacerlo aún más refrescante. Casi un mojito de pandano.

A partir de este momento y con la ayuda de este delicioso aroma y del famosísimo lubricante social vulgarmente llamado “vodka”, nos empezamos a animar, llegando a territorios discursivos inexplorados sobre el basmati y la gastronomía.

in da kitchen

Para dar un punto más informal a la cena, empezamos con algunos aperitivos de pie en el comedor de la cocina.

tom yam

Ahí tomamos uno de los platos que más éxito tienen en las cenas, el tom yam clarificado, una sopa tailandesa que, al contrario que la sopa tradicional, no contiene ningún ingrediente sólido, todos los sabores están contenidos en el caldo en una especie de alquimia acuífera. Caldo de pollo concentrado y clarificado, aromatizado con lemongrass, galanga y chiles y con un aceite de cigalas que da el sabor de marisco tan habitual en estas sopas. A pesar del calor, la sopa gustó muchísimo porque la lima y el picante la hacía muy refrescante.

Galloping apples

Seguimos con los galloping horses, una pasta increíblemente compleja a base de carne picada de pollo, cerdo y gambas, dulce, salada, ligeramente picante y con aromas a ajo y frutos secos servida sobre fruta ácida: piña y manzana Granny Smith.

Galloping horses pineapple

in da living room

Después de los aperitivos, llegó la hora de sentarse tranquilamente para disfrutar del resto de la cena.

smoked duck

Luego tomamos magret de pato ahumado en casa, cocido justo hasta que llegó a 56º c., marcado en la plancha y acompañado de una ensalada de cítricos con camarones. Una especie de pato a la naranja nada tradicional y muy poco francés.

panceta, monkfish and jamón glaze

Seguimos con uno de los platos favoritos de la noche, una glasa de jamón ibérico inspirada en la que hacían en StreetXo, panceta de cerdo cocida a 60º c/ 36 h. con su piel bien crujiente,  rape y un poco de albahaca.

cha ca con basmati

Y para finalizar los salados tomamos una versión de cha ca de corvina con arroz basmati: el plato resultó ideal para combinar con este tipo de arroz, tan complejo y aromático que no quedaba desaparecía en la complejidad de sabores del plato.

Strawberries and chinese rice koji

De postre, fresas maceradas en vinagre y azúcar acompañadas de una espuma de arroz basmati fermentado como lo hacen los chinos para hacer vino de arroz y un poco de hierbabuena para darle un puntito aún más fresco. Una especie de arroz con leche con sabores dulces interesantes que recuerdan al sake.

Para saber qué opinan los invitados:

http://invitalacasapodcast.blogspot.com.es/

http://www.gastrocosas.com/2015/07/cena-clandestina-sundari-con-umami.html

No me puedo despedir sin dar las gracias a todos los comensales por el buen rollo que hubo y lo majos que fueron.

Y quería agradecer su generosidad a Jose Antonio Sánchez-Mármol un gran fotógrafo www.josemarmol.es que ha cedido sus fotos para que las utilice en el post. Si queréis saber más de él, sólo tenéis que pinchar en su web www.josemarmol.es.

Y de nuevo, gracias a Sundari Rice por contar conmigo para participar en este reto y por la confianza que siempre me ha demostrado.

Som Tam, ensalada de pepino de Issan, norte de Tailandia

ensalada pepino japonés con vinagreta tailandesa

Sí, señores, hay más vida más allá de la ensalada de papaya y la de mango verde. Por ejemplo, esta som tam (literalmente significa ácida y machacada en mortero, así que amplia es Castilla), de pepino. Fresquísima, ácida y picante.

Está hecha con pepino japonés, pero se puede hacer igual con pepino normal siempre y cuando retires la zona de las semillas con un descorazonador de manzanas – de otra manera la ensalada quedaría aguada.

Ingredientes para un pica-pica para dos personas:

  • 2 pepinos medianos
  • 2 chalotas pequeñas
  • Sal gruesa
  • Media cucharadita de MSG
  • Media cucharadita de azúcar
  • Un diente de ajo
  • 1 ó 2 chiles bird’s eye (o medio si no tomas suficiente picante)
  • Una cucharada de salsa de pescado
  • Media lima jugosa
  • Cebolleta china (o sustituye por cebollino)
  • Para terminar: cacahuetes tostados, cortezas de cerdo crujiente…

Preparación:

En un mortero amplio y preferiblemente de barro, tritura el diente de ajo con un poco de sal gorda. Añade el azúcar, el MSG, los chiles y dale con el mazo hasta formar una pasta. Añade la lima y tritura de forma que extraigas tanto el jugo como los aceites aromáticos de la piel y mezcla con la salsa de pescado. Si tienes pescado fermentado (Pla-raa) y te atreves ahora mismo sería el momento de añadirle una cucharadita.

Añade el pepino y magulla ligeramente con la maza. Añade la chalota cortada en juliana (puedes magullarla también) y a medida que vayas haciéndolo, ayúdate con una cuchara para remover la verdura y, así mezclando, magullarla toda uniformemente.

Prueba la ensalada: tiene que notarse un ligero dulzor, la acidez y el picante debería tener bastante presencia. Corrige si lo crees necesario.

Cuando esté, sirve con la cebolleta china y termina con algún ingrediente que le de ese punto crujiente y sabroso, como unos cacahuetes, nueces de pecan, cortezas de cerdo o lo que más te apetezca.

Si tienes cerveza a mano y buena compañía, lo tienes todo.

Ensalada de berenjena ahumada y vieiras crudas

ensalada de berenjena ahumada y vieirasEste plato está inspirado en uno de los que más me gustaron de mi viaje a Tailandia. Cuando lo pedí en el restaurante Huen Phen de Chiang Mai pensaba que iban a traer una versión tailandesa del clásico guiso chino de berenjenas con carne picada, que me encanta, pero lo que llegó a la mesa superó mis expectativas con creces. La berenjena era increíble: no se había convertido en papilla sino que conservaba cierta «entereza». Además tenía un sabor deliciosamente ahumado por la forma habitual de cocinarla, sobre carbón, calcinando la piel en la barbacoa. Y estaba perfectamente aderezada, con una elegancia y sutileza increíble: ligeramente picante, suavemente salada, con notas dulces y algo ácida.

ensalada berenjena cebolla huevos codornizLa obra maestra

Luego me enteré que es un clásico de la cocina Tailandesa: berenjena, cebolla, chiles, carne picada y huevos – aquí de codorniz para darle un punto sofisticado – y aderezada con salsa de pescado y lima.

Para conseguir ese punto ahumado, calciné la piel de las berenjenas y las guindillas con un soplete.

Utilicé guindillas españolas frescas para que no resultara demasiado picante.

chiles soplete

Se pueden usar berenjenas normales, pero si encuentras las variedades alargadas mejor porque tienen más piel y por lo tanto, más superficie que calcinar y así conseguirás más sabor a humo.

berenjena quemada con soplete

Después de quemarlas con el soplete las puse en un bol tapado con un plato en el microondas durante un minuto. Las saqué y las dejé otro par de minutos para que se terminaran de hacer al vapor y absorbieran más sabor a humo.

berenjena después microondas

Hay que reservar el jugo que sueltan, tiene un sabor a humo increíble. Luego hay que pelarlas con cuidado, pero no te preocupes demasiado si quedan algún trocito de piel calcinada, ayudará con su sabor. Y corta en piezas que puedas llevarte fácilmente a la boca.

berenjena pelada y troceada

Utilizé el mismo sistema con las guindillas reduciendo a la mitad el tiempo de microondas. Limpié, abrí en dos y retiré las semillas con una cuchara.

gindillas limpias

Después sólo queda picar la guindilla y  añadir:

  • Cebolla en juliana fina
  • Un chorrito de salsa de pescado
  • Una cucharadita de azúcar
  • Un chorrito de jugo de lima
  • Cilantro
  • Carne de vieiras en crudo y cortadas en daditos
  • Unos huevos de codorniz cocidos exactamente durante 2 minutos y enfriados rápidamente para que la yema quede líquida (no aparece en la foto)