Hasta hace unos años, cuando me preguntaban si había algo que no me gustara, decía, sin dudarlo, que las coles de Bruselas. Recuerdo cómo sufría de niño cuando llegaban a la mesa y lo que me costaba comerme esas cosas detestables, sobrecocidas sin ningún tipo de clemencia, sin hablar de lo mal que me sentaban al estómago. Hasta que decidí darles otra oportunidad y resultaron ser, junto con las alcachofas, uno de los vegetales con un sabor más complejo e interesante que conozco. Y si se cocinan con justicia, mantienen una textura deliciosa y crujiente.
Para prepararlas, retira las hojas exteriores, abre en dos y cuece al vapor durante unos 6 minutos de forma que queden al dente. Enfría rápidamente bajo un chorro de agua fría, seca bien y saltea a fuego fuerte hasta que queden bien doradas. Añade ajo y adereza como más te gusté; yo, con una mezcla de salsa de pescado y jugo de lima al 50%, unos chiles «bird’s eye» y un poquitín de azúcar espolvoreado por encima.
Erny says:
24 marzo, 2015 at 09:25
Bravo !
Celia says:
24 marzo, 2015 at 10:03
La cocción al vapor es saludable y sencilla, y exquisita si se utiliza buena materia prima, como las coles de bruselas 🙂
http://www.cocinista.es/web/es/enciclopedia-cocinista/utensilios/vaporeras.html
Alejandro says:
24 marzo, 2015 at 12:16
Y los ajos que aparecen en la fotografia?
Íñigo says:
29 marzo, 2015 at 23:55
No entiendo tu pregunta Alejandro, qué pasa con los ajos?
Manuel Sanz says:
24 marzo, 2015 at 15:57
Lo voy a probar,tiene muy buena pinta.