Mi último gran descubrimiento, tan delicioso que podría sumergirme en el caldo hasta que se me arrugasen las yemas de los dedos.
Me vuelve loco cómo se pegan los labios de la cantidad de gelatina que contiene. Ademá,s tiene un color ligeramente lechoso que sólo había visto en caldos de cerdo en Japón que me encanta. Estoy seguro de que se va a convertir en un ingrediente fetiche a partir de ahora, no será la última vez que lo veáis en el blog.
Ingredientes para 1.5 litros de caldo:
- Dos orejas de cerdo.
- Una cebolla.
- 4 clavos de olor.
- 4 dientes de ajo.
- Una cucharadita de pimienta en grano.
- Una cucharadita de semillas de cilantro.
- Sal.
- Una cucharadita de glutamato monosódico.
- 2 cucharadas de azúcar.
- Una cucharada de salsa de pescado.
- 2 segmentos de una pieza de anís estrellado (no uses más que es una especia muy intensa y no buscamos darle tanta potencia como a un Pho).
Preparación: cuece en olla express durante 30 minutos. Abre bajo chorro de agua, cuela y reduce a la mitad.
Con este sabor tan cerdil no podía quitarme de la cabeza los ramen tan deliciosos que tomé en mi último viaje a Japón, así que me puse manos a la obra con lo que tenía en casa para hacer algo que resultó totalmente heterodoxo: en vez de ramen, unos espaguetis italianos (De Cecco) unos dados de rape salteados para dar un punto de mar a tanto monte, ajo bien doradito, pimienta y menta. Definitivo.
Y las orejas las reservamos para otra preparación.
Ernesto says:
29 abril, 2014 at 10:57
Yo a esta receta con una pizca picante la incluiría en el apartado de «Orgastronomía» jaja
Íñigo says:
29 abril, 2014 at 17:02
No puedo estar más de acuerdo!
alessandro says:
29 abril, 2014 at 13:36
Buen título para un post buenisimo. ¿Como no hacerlo ahora?
Íñigo says:
29 abril, 2014 at 17:02
De eso se trata! Un abrazo Ale!!
Iscariote says:
29 abril, 2014 at 13:51
Uy casi coíncidimos (sin glutamato, ni azúcar, ni anis. Y jengibre fresco en la cocción en vez de semillas)… Aunque yo utilizo las orejas en vez del caldo.
Una vez cocidas, escurridas y al día siguiente, las corto en trozos. salteo en un wok con unas gotas de aceite de oliva jengibre, un ajo picado y una pizca de ají rojo.
Añado un poco de caldo, salsa hoisin y dejo reducir… Cilantro fresco picado y a disfrutar!
Ahora ya se que preparar con el caldo! 😉 Por cierto, como bien dices, muy potente de sabor.
Y si la parte fina de la oreja las fries en tiras finas y las colocas al final sobre el plato, ni te cuento…
Íñigo says:
29 abril, 2014 at 17:00
Ya, lo pensé, pero no pude aguantar y me las tomé de aperitivo. Además, el rape no queda nada mal! 😉
Un abrazo señor!!
Juan says:
29 abril, 2014 at 16:39
Vaya caldo más sencillo y apetitoso…Una preguntita…1,5 litros es el volumen final una vez reducido el caldo? O sea, partes de 3 litros de agua?
Saludos y gracias por tu estupenda página.
Íñigo says:
29 abril, 2014 at 17:01
No, empezamos con litro y medio y luego reduzco a la mitad.
Juan says:
29 abril, 2014 at 19:24
Mil gracias Iñigo
pablo says:
2 mayo, 2014 at 20:43
Iñigo! Y sin olla a presión? Masmenos cuanto tiempo al chup chup?
Gracias! Que colorcito de ramen mas maravilloso.
Íñigo says:
5 mayo, 2014 at 17:33
Pues calculo que un par de horas, pero me vamos, hasta que queden tiernísimas.
Saludos!
Anto says:
3 mayo, 2014 at 20:39
Mi teoría de la cocina se resume en una sencilla ecuación: «saber + amor = sabor». El saber nos llega de nuestras/os mayores, de algún que otro libro y de blogs como el tuyo. También (bendita odiada TV) de algún minuto glorioso de algún talent show, escuchando a Arduriz hablar de la memoria… o a los Roca…
El amor va en cada uno, pero sin él no eliges la cocina como profesión y ni siquiera como hobby; ni «te matas» por encontrar el mejor producto y darle el trato que se merecen él y tus comensales. De esto también transmites mucho, y animas a quien (como yo hace pocos años) piensa que más de una hora de elaboración es un derroche de tiempo y energía. Sé bien el trabajo añadido que hay detrás de tus recetas, porque también yo anoto y fotografío, documento lo que hago, en principio para mí mismo (como recordatorio). Y también ando lo que haga falta para encontrar cardamomo negro, cebollino chino, conpoy,…
Gracias por no parar y por compartir tantas cosas.
Y la duda: entiendo que las orejas son frescas, lo pregunto porque vi en la TV a los gemelos Torres (creo que a Sergio) usar en una preparación una oreja desalada en agua.
Un saludo.
PD: El pasado domingo hice una paella cum laude según tu método, y hoy sin ir más lejos la tarta de queso de Emilie. ¡Ya ves que mi cocina sin vosotros no sería la misma!
Íñigo says:
5 mayo, 2014 at 17:32
Anto, muchísimas gracias por tu comentario – y por tantos otros! Es un honor recibir mensajes como este.
Sí, las orejas son frescas.
Un abrazo, no sabes cómo nos alegra saber que haces nuestras recetas!!
Kiromantzidxa (mejor con las manos) » Tinta de calamar says:
13 mayo, 2014 at 12:45
[…] probar, por qué no con las manos, el caldo de oreja de cerdo tan bueno como para bañarse en él. Mis 30 me los hubiese zampado en Diverxo, a solas, pero opté por celebrar a base de bagels […]
Jose Luis says:
22 mayo, 2014 at 18:41
donde se consigue el glutamato monosodico?
Nora Ceccopieri says:
5 julio, 2014 at 19:13
Buscando umami llegué hasta aquí. Este plato tiene que estar muy bueno!
Y con las orejas puedes hacer unas tostadas mexicanas, las hacemos de pata de res o manitas de cerdo, por que no de oreja?
http://www.gustausted.com/2009/09/como-hacer-tostadas-antojitos-mexicanos.html
Saludos!