Primer día de viaje al sudeste asiático – después de 15 horas de vuelo, llegué a Bangkok calentito y con ganas de empezar a comer. Nada más llegar, compré mi billete para subir a Chian Mai esa misma noche, así que disponía de un día entero para disfrutar de la ciudad.
Quedé con Guillermo, un tipo muy majete que conocí a través del blog y que trabaja como jefe de cocina en BKK. M>S>e llevó a The Local, uno de sus restaurantes favoritos, especializado en cocina del sur. Nos pusimos finitos.
Empezamos con los aperitivos típicos, Kai Soi en miniatura (en el centro), una sopa del norte con noodles – en unos días explicaré más sobre ella – el clásico pollo marinado y frito en hojas de pandan, arroz crujiente con una salsa a base de leche de coco, unas albóndigas sobre fruta y una mezcla de cacahuetes y pescado que se toma con hojas de betel – aquí, con un toque diferente, presentado sobre pétalos de flor de loto (a la izquierda, prácticamente no se puede apreciar)
Seguimos con pescado seco y frito con lemongrass y ajo, buenísimo para tomar envuelto en hojitas de betel. Ah, los chiles que veis encima por su forma y tamaño se llaman chiles «cagada de rata» – no muy apetecible, pero con un nombre que me hace muchísima gracia.
Un deliciosísimo curry de cangrejo
Otro de jurel con sabores suaves, pero contundentes a pescado fermentado
Con las las veruduritas y aromáticos que acompañan todos los curries
Y aunque no es típico del sur, me moría por tomar arroz glutinoso, que prepararon al momento sólo para nosotros. Guillermo me contó que el arroz glutinoso del año (arroz cultivado en el último año) es mucho más suelto que los arroces glutinosos normales. Estaba increíblemente buenno, pero resultaba más difícil usarlo para mojar en las salsas, porque las bolitas no mantenían su consistencia.
Ni corto ni perezoso, pasé la tarde en Chinatown para picotear comida callejera. No hice foto de todo, pero tomé unas alitas de pollo increíbles, unos intestinos de cerdo a la parrilla, crujientes y sabrosísimos y una carne de cerdo dulce y seca a la barbacoa, uno de mis picapicas favoritos (ver foto mala) y salí directo a la estación.
Seguiré contando el resto del viaje. Aunque está más o menos cerrado, estaré por el norte de Tailandia, Laos y Vietnam durante nada más y nada menos que un mes. Os iré contando sobre la comida local.
¡¡Hasta pronto y… ¡Mai Pen Rai!
Erny says:
15 mayo, 2015 at 10:20
Qué envidia más cochina Iñigo !
Y lleva la cámara leñe, no puede ser que hables de «intestinos de cerdo crujientes y sabrosos»… y no ver la foto.
Hala, a disfrutar todo lo que puedas .
flordeazahar says:
15 mayo, 2015 at 18:51
Hola Iñigo…..es que nunca te había dado las gracias por compartir tus secretos culinarios….feliz viaje ¡¡¡¡¡
flordeazahar
Bernardino Rodrigues says:
16 mayo, 2015 at 09:56
Que buena pinta!
Que disfrutéis mogollón ese viaje y compartir todas experiencias culinarias. Excelente,
Rubén says:
16 mayo, 2015 at 12:40
¡Qué envidia¡ Y de la mala, que la sana no existe. Sigue disfrutando y, sobre todo, sigue contando.