Cada vez me llaman más la atención las verduras por la interminable variedad de texturas y sabores diferentes que ofrecen, a millas de distancia de cualquier otro ingrediente. Además resultan deliciosamente ligeras, un complemento perfecto a cualquier otro plato.
Esta preparación debe ser de lo más sencillo que he propuesto en el blog: vacía una bolsa de espinacas en un bol grande, mete en el microondas justo el tiempo suficiente para que empiecen a hacerse – saca del horno y su propio calor terminará de cocinarlas. No las hagas demasiado y conseguirás más sabor y una textura algo más crujiente.
Sírvelas a temperatura ambiente y alíñalas ligeramente con salsa de soja japonesa, tahine (pasta de sésamo), jugo de lima y un poco de katsuobushi. De esta manera el amargor de la verdura sea el protagonista y el aderezo sólo realzará su palatabilidad en un segundo plano.
celia says:
8 abril, 2015 at 13:30
Y que es KATSUOBUSHI? y donde se puede encontrar? (en Madrid, por ejemplo) Voy a estar alli unos dias y me gustaria saber si hay algun mercado especial donde se pueden encontrar cosas/productos exoticas etc..Muchas gracias. Intentare hacer la ensalda hoy o manana. los otros ingredientes los tengo. celia younger