Hasta ahora sólo había probado las cocochas en pil-pil o a la brasa en el gran restaurante Elkano y nunca se me había ocurrido hacerlas a la plancha.
Cuando uno no tiene demasiado tiempo o prefiere comer más ligero, merece la pena hacerlas a la plancha, se hacen en casi nada de tiempo y es mucho más fácil apreciar las diferentes texturas que ofrecen: el crujiente exterior, la melosidad de la gelatina de los lados y las distintas texturas que ofrece cada músculo interior, alguna parte con una dureza deliciosa, otras con una melosidad increíble. Eso sí, escoge las de bacalao que al ser más grandes ayudan a apreciar las diferencias.
Para hacerlas:
En la sartén: sólo un chorrito de un buen aceite bien caliente, añade las cocochas cuando llegue a los 180º C, y da la vuelta aproximadamente cada 20 segundos para conseguir un buen dorado exterior sin que se sobrecocinen por dentro – mientras se hace el lado que está en contacto con la sartén el otro no se sigue cociendo, lo que permite llegar más lejos con el dorado. Es importante usar una muy buena sartén antiadherente, como éstas de Woll para evitar que se adhieran y se rompa la piel.
Luego adereza con un poco de ralladura de lima, pimienta recién molida y una vinagreta, la nuestra a base de salsa de pescado y lima a partes iguales.