Nada más fácil. El secreto va marinado durante 24 horas en tomillo, salsa de soja japonesa, salsa de pescado tailandesa, un poco de azúcar, ajo y galangal.
Luego se seca bien bien para ue se dore bien a la plancha y vuelta y vuelta. Y hay que dejarlo crudo en el centro, que lo de la triquinosis en el cerdo es de otra época, incluso se puede hacer menos que el de la foto. Dejamos reposar unos minutos y laminamos. Servimos con un lima para aderezarlo en el último momento.
El resultado, una carne sabrosa, con más matices y jugosa. Qué placer. Umami, salado, algo dulce y ligeramente ácido.
Si la pieza hubiera sido de cerdo ibérico mejor que mejor, algo más grasa. Yy si además fuera de bellota, mejor aún, más fundente… una auténtica delicia.
Caterina Janus says:
30 junio, 2012 at 01:24
Wow! otra receta con galangal…me pndré manos a la obra….
Anto says:
18 febrero, 2013 at 16:28
He preparado ya varias veces esta receta de Íñigo, la última como remate de un risotto de boletus, con aires de dehesa. Al ser el secreto relativamente delgado, lo laminé con técnica de sashimi, perpendicular a la veta y con el cuchillo en ángulo agudo respecto a la tabla. Te envío foto, Íñigo, del aspecto del corte. Un aderezo ya clásico en casa ,este marinado. ¡Gracias!
Íñigo says:
18 febrero, 2013 at 22:43
Y la foto Anto me la puedes enviar a inigoaguirrep (arroba) gmail (pto) com qué ganas!