Nada más fácil con las piezas que sobraron de la corvina (el final de la cola y lo poco que quedó adherido a la espina):
- Un chorrito de salsa de pescado
- Un poco de jugo de lima
- Cebolleta fresca
- Galanga rallada
- Cilantro
- Chiles
- El pescado picado a cuchillo
Y macerado menos de un minutos antes de servirlo para que la carne no se cueza con la acidez.
Anto says:
23 marzo, 2012 at 17:54
Hola, Íñigo. Siento curiosidad por saber si utilizaste una corvina entera o la compraste al corte. Ya sabes que este bicho alcanza tamaños descomunales y que se despacha en ambos «formatos». Además me encantaría que me argumentaras tu eleccion: aunque soy asiduo consumidor de pescado, esta especie es aún un enigma para mí. Me la ofrecieron como sustituto asequible (precio y disponibilidad) del mero… Por cierto, gracias a tu blog me he aficionado al cabracho. La ultima vez lo envolví en film y tras condimentarlo con menta, cebollino chino y cilantro lo puse en la vaporera de bambú, con buen resultado aunque me quedo con tu técnica zip-media temperatura, queda más jugoso. Bueno, es todo. Gracias siempre.
Íñigo says:
24 marzo, 2012 at 16:46
Anto, compré una corbina entera de unos 2’5 kg. Me encanta porque es un pescado muy sabroso y algo graso. La textura de la carne es dura, algo menos que un cabracho.
Qué bien! bienvenido al club de los amantes del cabracho!!! Un abrazo